Memorias Inventadas es una instalación en la que el visitante, más que experimentar una exposición al uso, está invitado a deambular por el espacio, sentarse en cualquiera de las mesas donde el artista ha situado las piezas y, tomándose su tiempo, sumergirse en un espacio donde las finas líneas que unen las obras son más importantes que las obras en si. Es un espacio de reflejos en el que nuestra imagen en los espejos que pueblan la instalación es el último eslabón de una cadena de significado que nos recuerda que toda obra existe y toma cuerpo en el momento que nos incluye, que la hacemos propia.
Este es un trabajo sobre las relaciones entre la repetición y la creatividad, la cultura y el arte. Ahonda en la creencia de que ninguna obra es totalmente nueva y que toda creación es una construcción sobre otras ideas. Nos presenta La autoría y la originalidad de la obra de arte como una multiplicidad de reflejos: Nos sentaremos en el Hall de una biblioteca a soñar la idea Borgiana de que todas las obras de la historia de la literatura han sido en realidad creadas por un mismo autor. Vivir en un espejo no significa ser uno o otro, sino que es posible ser el uno y otro, o incluso ser una infinita multiplicidad de otros.