Atapuerca / 10 años de Patrimonio de la Humaidad / La implicación de la Universidad de Burgos
Distintas áreas de la UBU, incluidos profesores contratados expresamente para esta tarea, contribuyen a la generación de conocimiento y a avanzar en los hallazgos de la sierra
Junto a la docencia, la investigación es otro de los pilares en los que se fundamenta la relación entre la Universidad y uno de los yacimientos más importantes del mundo. En sus orígenes, la UBU creó dos plazas de profesores titulares en las áreas de Paleontología y de Prehistoria, que ocupan respectivamente José Miguel Carretero y Carlos Díaz Fernández-Lomana.
Ambos están estrechamente vinculados al Proyecto Atapuerca y han firmado, junto con los codirectores, algunos de los artículos sobre los hallazgos de la sierra que han sido publicados en las revistas internacionales más prestigiosas en el ámbito científico.
Desde las instalaciones del Centro de I+D+i enclavado en el Campus del Hospital del Rey, son los encargados de los estudios de anatomía comparada, de los dientes, de organizaciones poblacionales, historia lítica o cerámica, y forman el núcleo 'veterano' de trabajo universitario que recientemente se ha completado con la puesta en marcha de otras dos plazas de ayudantes y el acompañamiento en las labores investigadoras de otros grupos.
Gonzalo Salazar, director de la Oficina para la Transferencia de los Resultados de la Investigación (OTRI), apunta los casos de José Ángel Porres, que desde el área de Ingeniería del Terreno estudian cuestiones geológicas; Fabio Muso, que curiosamente procede de la Física pero que realiza modelos poblacionales; o Juan José Villalaín, que forma parte del grupo de Paleomagnetismo, así como de otros investigadores de formación matemática que realizan tratamiento de datos para análisis climáticos y que a su vez sirven de vínculo de unión con el CENIEH. En el centro puntero del Solar de Caballería también han acabado personas formadas en la Universidad de Burgos y que pueden presumir de estar codeándose con la élite internacional en la materia.
La UBU ha peleado igualmente por la concesión de un reconocimiento como Campus de Excelencia Internacional que aún no ha dado sus frutos pero que logró una mención de calidad por parte de los ministerios de Educación y Ciencia e Innovación, así como un incentivo para el fortalecimiento de iniciativas, todas ellas relacionadas con la evolución humana.
«Nuestra labor también es divulgativa, con publicaciones en revistas, colaboración en páginas web o las visitas de colegios que pasan por nuestras instalaciones para conocer cómo trabajamos», añade el director de la OTRI. El objetivo, a corto plazo, será reforzar todas estas líneas de investigación y difusión para aprovechar el que por ahora parece interminable potencial de las cuevas burgalesas.
Fuente: Diario de Burgos