Si en algo coinciden los expertos y analistas económicos a la hora de dar recetas para salir de la crisis económica es en la importancia de apostar por la innovación, campo en el que Castilla y León ha dado durante los últimos años un paso de gigante hasta colocarse en el quinto puesto en el ranking de esfuerzo tecnológico entre las autonomías españolas.
Los parques tecnológicos se han convertido así en uno de los grandes dinamizadores de la actividad económica regional. Son espacios para innovar en los que las empresas realizan actividades de alto valor añadido y por tanto se hacen inmunes a la peligrosa competencia que ejercen las economías con mano de obra barata.
Su alta actividad innovadora e investigadora no sólo constituye un sólido pilar de lo que los expertos coinciden en calificar como la economía del futuro sino que permite retener la abundante materia gris y la mano de obra cualificada que aportan las numerosas universidades y centros de Formación Profesional existentes.
Los parques tecnológicos están reservados exclusivamente a empresas que destinen parte de sus recursos a investigación, desarrollo tecnológico e innovación, que incorporen personal técnico cualificado, y que no ejerzan actividades contaminantes.
En la actualidad hay dos parques o recintos centros de este tipo en funcionamiento promovidos por Ade Parque Tecnológicos y Empresariales: Boecillo (Valladolid) y León. Historia de un éxito
En marcha está la incorporación de Burgos, auténtico motor económico y financiero de la Comunidad Autónoma y cuya proximidad al País Vasco convierten a esta provincia en un nudo estratégico con importante atractivo para cualquier plan de expansión empresarial.
La historia de los parques tecnológicos de Boecillo y León es la de un completo éxito. Las últimas cifras, a 31 de diciembre de 2009, hablan por sí solas: 6.190 empleos, 542 millones de euros de inversión acumulada y un total de 163 empresas innovadoras instaladas.
El Parque Tecnológico de Boecillo cuenta con una superficie de 118 hectáreas de suelo para la instalación de empresas innovadoras de base tecnológica. Ha experimentado varias ampliaciones durante los últimos años por la alta demanda que tiene. Compañías como Telefónica lo han elegido para instalar sus exclusivos centros de I+D+i. El parque, situado a 15 kilómetros de la capital vallisoletana y por tanto conectado con Madrid en 55 minutos gracias a la alta velocidad ferroviaria, aloja además empresas como Deimos, que ha lanzado el primer satélite privado europeo; o la aeronáutica Aries.
Actualmente se encuentran instaladas 144 empresas tanto con edificio propio como en régimen de alquiler.
Este parque ha conseguido mantener desde el inicio de su andadura un empleo estable y cualificado. Cerca del 60 por ciento del personal que trabaja es titulado universitario, de los cuales el 28 por ciento está directamente vinculado con actividades específicas de I+D concentrándose mayoritariamente en el sector de las tecnologías de la información.
La mitad, mujeres
La edad media de los trabajadores ronda los 32 y 33 años y más de la mitad de ellos son mujeres. Boecillo se ha especializado en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC 's) hasta el punto de ser uno de los focos más importantes de asentamiento de este tipo de empresas a nivel nacional. Tiene además una importante presencia de compañías de los sectores aeronáutico, energías renovables y biotecnológico. Durante 2009 el número de proyectos de I+D+i realizados ascendió a 717 y 109 las patentes solicitadas de las cuales 61 fueron concedidas.
El parque mantiene una colaboración permanente de las empresas con la universidad de tal forma que 82 profesores universitarios combinan la docencia universitaria con actividades investigadoras de forma permanente. La universidad (a través de los centros) llevan a cabo desarrollos tecnológicos que son incorporados por las empresas instaladas en los parques.
El Parque Tecnológico de León cuenta con una superficie de 32 hectáreas y se encuentra totalmente urbanizado y operativo. A 31 de diciembre de 2009 tenía 19 empresas, que han invertido 52 millones de euros. Destacan, por su carácter inversor, los sectores de las
Tecnologías de la Información y Químico-Farmacéutico; sobre todo, éste último, que recoge el 73 por ciento de la inversión privada. Estos datos confirman la tendencia de este recinto como un polo de asentamiento de empresas relacionadas con las ciencias de la salud, sanidad animal, o biotecnología tan estratégico para Castilla y León datos que vienen respaldados igualmente por el incremento experimentado por la cifra de negocio de las empresas que han pasado a facturar globalmente 34 millones de euros.
El empleo en el Parque Tecnológico de León goza prácticamente de las mismas características en cuanto a su tipología. A 31 de diciembre de 2009 el empleo generado se situó en 521, lo que supuso un incremento del empleo en más del 50 por ciento respecto al año anterior. El empleo en las empresas tecnológicas en el recinto de León se desglosa entre un 66 por ciento hombres y 34 por ciento mujeres, siendo la edad media del conjunto de los trabajadores de 33 años.
Nuevo socio
El número de empresas en el Parque era hace un año de 11 del sector de las tecnologías de la Información y Comunicación; 3 del sector químico-farmacéutico; 3 del sector de la construcción; 2 de servicios y una del sector de Energía Renovable. Este Parque
Tecnológico aprovecha el capital científico de la universidad, especializada en ciencias de la salud, veterinaria y químico-farmacéutico principalmente.
El próximo socio de este selecto club que representan los parques tecnológicos será la provincia de Burgos, auténtico primer espada en el sector económico y financiero de la Comunidad Autónoma.
El Parque Tecnológico de Burgos, se encuentra ubicado entre los términos municipales de Burgos y Cardeñajimeno, junto al nudo de carreteras formado por la Autopista AP-1 y N-1. Actualmente se están llevando a cabo las obras de urbanización de las 124 hectáreas queconformarán el futuro centro, que reservará el 45 por ciento de ellas al asentamiento de empresas innovadoras.
Aunque los centros no nacen con una especialización concreta, en el caso de Burgos, con un destacado tejido industrial en sectores como bienes de equipo, robótica, automoción, nuevos materiales, agroalimentación, energías renovables o TIC ' s, entre otros, se prevé una concentración de empresas con actividades relacionadas con estos sectores.
Incubadoras de biotecnología
Contará además con el apoyo de la Universidad de Burgos, cuyos centros de I+D+i participan activamente en el desarrollo del parque aportando su capacitación tecnológica, sus recursos técnicos y su capital humano para transferir conocimiento a la comunidad empresarial.
El último ensayo de los parques tecnológicos son las bioincubadoras, centros diseñados para la creación e instalación de empresas de sectores muy tecnologizados y, según los expertos, los que más valor añadido aportan. La de Boecillo está destinada a la biotecnología y aporta a las compañías laboratorios equipados con tecnologías y el equipamiento e infraestructuras más avanzado para realizar actividades de investigación y desarrollo en el ámbito biotecnológico.
Las instalaciones están dentro del grupo II en la Clasificación de Niveles de Contención para Agentes Biológicos. Los laboratorios de empresas disponen de un equipamiento básico que, para el desarrollo de sus investigaciones, se complementan con amplias instalaciones de apoyo a la labor investigadora, salas de cultivos celulares, laboratorio cromatografía / espectrometría dotado con un equipo Waters Synapt G2 al frente del cual se encuentra un científico del CSIC y cuyas líneas de investigación se centran principalmente en el campo de la lipidómica, laboratorio de genómica, proteómica y metabolómica, laboratorio de microbiología. Todas estas salas están a disposición de las empresas que allí se instalen y pueden contratar los servicios de análisis del equipo Waters. Las zonas de servicios comunes de esta infraestructura consisten en salas de reuniones, salas administrativas y salón de actos.
Fuente: El Economista.es