El Aprendizaje-Servicio, en adelante ApS, es una técnica de enseñanza-aprendizaje que integra el servicio a la comunidad con la enseñanza y la reflexión para enriquecer la experiencia de aprendizaje, enseñar responsabilidad social y fortalecer las comunidades (Jacoby, 1996). Integra una metodología basada en la educación, la solidaridad y la acción cívica (Aramburuzabala, 2014).
Este servicio se realiza de una manera recíproca con la comunidad a la que éste se presta, con carácter pedagógico y solidario, ya que permite el aprendizaje de contenidos, competencias, habilidades o valores, a partir de la práctica reflexiva. Se realiza tanto en Educación Formal, colegios, institutos, Universidades e incluso en Educación para personas adultas, así como en Educación No Formal y, en muchos casos, conlleva la implicación de administraciones y entidades sociales.
En la Universidad, el contexto del ApS se debe realizar en diferentes actividades enmarcadas dentro de las asignaturas, prácticas curriculares o extracurriculares, TFG, TFM y cursos con reconocimientos de créditos, para así satisfacer las necesidades que el entorno requiera. El ApS no es voluntariado, ya que el servicio a la comunidad siempre está ligado al aprendizaje curricular.