La voz es su instrumento de trabajo y por tal razón, debe cuidarla con esmero.
Las "disfonías funcionales " son alteraciones de la voz por abuso o mal uso de ella, su forma de manifestarse es la clásica ronquera o afonía transitoria y pueden conducir a graves problemas laborales e incluso a la incapacidad.
La voz pierde fuerza a medida que se ejercita y es preciso forzarla para obtener un mejor rendimiento, esta situación mejora o desaparece con el reposo. El mantenimiento de este estado conducirá a una situación permanente de debilidad vocal y disfonía.
MALOS USOS
- La fonación a excesiva potencia: hablar muy fuerte y sobre todo gritar.
- La tesitura inadecuada, es decir, hablar con un tono que no corresponde a la laringe del sujeto.
- Fonación bajo tensión de diversa naturaleza. Tal tensión es a veces emocional o nerviosa.
- Ciertas alteraciones de la respiración.
FACTORES QUE PREDISPONEN A LA DISFONÍA FUNCIONAL
- El sexo. Son más frecuentes en la mujer pues la laringe femenina es más delicada que la del hombre.
- Carácter, personalidad. Personas nerviosas, emotivas, dinámicas, activas, responsables profesionalmente y perfeccionistas.
- Estrés. Sobrecargas emocionales, conflictos profesionales o personales.
- Alcohol y tabaco. Son factores muy importantes.
- Ambiente ruidoso en el medio de trabajo. Obligando a forzar la voz.
- Ambientes cargados, poco ventilados o excesiva sequedad, aire muy frío o cambios bruscos de temperatura.
- Los alimentos y las bebidas muy frías.
- Mala respiración nasal, que obliga a respirar por la boca.
RECOMENDACIONES GENERALES
Para una buena higiene de la voz, se recomienda seguir los siguientes consejos:
- Evite en la medida de lo posible el abuso del habla. Se procurará siempre el ahorro vocal fuera del trabajo. Los fines de semana son particularmente importantes a este respecto.
- Suprima, en la medida de lo posible también, los factores predisponentes antes enumerados: el tabaco, la deficiencia respiratoria, etc. Hable con micro si lo hubiera y fuera necesario, y si no, disminuya la ruidosidad, etc., Será de particular interés evitar el estrés, el nerviosismo, la tensión.
- Consulte periódicamente con el logopeda y con el otorrinolaringólogo.
- El reposo de la voz. El reposo es necesario, pero relativo, todo el músculo que no se ejercita, se atrofia.
- Durante el reposo vocal relativo, se tendrá en cuenta:
- No hablar mucho, en la medida de lo posible, como se indicó antes; pero hablar.
- No grite, no fuerce la voz. La voz debe salir tal cual sin el menor esfuerzo.
- No hable deprisa.
- No hable en voz baja, pues ello supone un complicado sobreesfuerzo vocal.
- El reposo vocal de emergencia. Los primeros síntomas de la disfonía funcional suelen ser: sensación de sequedad, escozor, sensación de cuerpo extraño, dolor, tos improductiva. Cuando aparezca alguno de estos síntomas hay que interrumpir la fonación, dejar de hablar durante un par de horas. Eso es lo que llamamos reposo vocal de emergencia.
- Mejore, en la medida de lo posible, la ventilación, grado de humedad y temperatura de los locales, diminuir los niveles de ruido o pedir la colocación de micrófonos si fuera necesario.
TRATAMIENTOS DE LAS DISFONÍAS FUNCIONALES
La competencia en este tema pertenece en un principio al médico (otorrinolaringólogo) y al logopeda que en su caso, con unos ejercicios adecuados, corregirá malos usos y fortalecerá la musculatura laríngea.
En cualquier caso, se recomiendan revisiones periódicas.
Más información: Libro "Materiales para cuidar mi voz ", Lidia Rodríguez García y Gema de las Heras Mínguez