La obra del mes
La finalidad de esta Sección es visibilizar aquellas obras de la colección que poseen alguna característica que las hace especialmente reseñables.
A fuego lento: la cocina de Ángela Landa
A fuego lento: la cocina de Ángela Landa publicada en Madrid por la Editorial Nerea en 1992 es el título seleccionado como Obra del mes de mayo
La elección de este título viene determinada porque en el confluyen varias peculiaridades que lo convierten en singular dentro de la colección de la Biblioteca de la Universidad de Burgos:
En primer lugar, su autora Ángela Landa, hija de burgalesa y casada con un burgalés, fue una de las cocineras más reputadas de la Transición española.
Perteneciente a una saga de reputados cocineros, iniciada por su padre Escolástico Landa, jefe de cocina del prestigioso Club Puerta de Hierro de Madrid, al que era asiduo el rey Alfonso XIII, y del balneario La Perla en San Sebastián. Escolástico había aprendido cocina en el Hôtel du Palais de Biarritz donde alimentó a todo tipo de personalidades, como la familia real rusa, el dramaturgo Jean Cocteau, el escritor Scott Fitzgerald o el compositor Igor Stravinsky.
Ángela siguió los pasos de su progenitor en la capital y se ocupó del restaurante que éste fundó cuando dejó el Club Puerta de Hierro: La Gran Taberna. Este local, situado muy cerca de la calle Gran Vía, permaneció abierto hasta finales de los años setenta, en plena Transición, y era el favorito de políticos, intelectuales y poderosos.
Su hermano Jesús Landa fundó el famoso restaurante Hostal Landa en Burgos, consiguiendo que aquel bar de carretera que abrió sus puertas en el año 1959 se convirtiera en un lujoso complejo con hotel de cinco estrellas, piscina, jardines y uno de los restaurantes de referencia de la gastronomía nacional.
En segundo lugar, el contenido de la obra, en la que las recetas, entre las que podemos encontrar las clásicas de la familia Landa como vaca a la moda, pollo demi-glace y, por supuesto, sus famosas croquetas de gambas, y recetas de la cocina burgalesa como picadillo burgalés, olla podrida de Burgos, berza a la burgalesa, pollo de Aranda o merluza a la burgalesa, se completan con refranes, citas de escritores famosos, fragmentos de obras literarias y fragmentos de recetarios de otros reconocidos gastrónomos, tanto nacionales como extranjeros, que aluden al plato o alguno de sus ingredientes.
Podemos encontrar citas de escritores como Gómez de la Serna, Vázquez Montalbán, Gregorio Marañón, Emilia Pardo Bazán, el Arcipreste de Hita, fragmentos de obras literarias como el Quijote o el Guzmán de Alfarache y fragmentos de obras de gastrónomos como: Alexandre Balthazar Laurent Grimod de La Reynière, y su «Manual de anfitriones y guía de golosos» (1808), Ángel Muro y su Diccionario General de cocina de 1892, Nicolás de Bonnefons y su Délices de la Campagne, siglo XVII, Juan Sorapán de Rieros Medicina Española contenida en proverbios vulgares de nuestra lengua, S. XVII, Roberto de Nola, famoso por haber escrito en 1477 uno de los primeros libros de cocina en Europa y que se considera una referencia para conocer la cocina del Renacimiento, Brillat-Savarin, Lorenzo Millo, Teodoro Bardají o Jean-François Revel, entre otros.
En tercer lugar, las características del ejemplar, por un lado, por formar parte de la biblioteca privada del burgalés D. José María García Diéguez, responsable de la implantación en España del ISBN, donada a la Biblioteca de la Universidad de Burgos en julio de 2012, y por otro, por incluir una dedicatoria autógrafa de la autora para Catalina Rowbotham Mackenzie, segunda esposa de García Diéguez.