Ana Álvarez Fernández, doctoranda del programa en Evolución Humana, Paleoecología del Cuaternario y Técnicas Geofísicas aplicadas a la Investigación, defenderá el viernes, 1 de diciembre, su tesis doctoral titulada “Estudio funcional de los conjuntos líticos musterienses procedentes de los yacimientos de Galería de las Estatuas (Sierra de Atapuerca, Burgos) y Abrigo de Navalmaíllo (Pinilla del Valle, Madrid)”.
Esta tesis ha sido dirigida por Juan Luis Arsuaga Ferreras, Rebeca García González y Belén Márquez Mora. La defensa tendrá lugar el viernes, 1 de diciembre, en el Salón de Actos de la Facultad de Ciencias - y telemáticamente a través de Microsoft Teams -, a partir de las 11:00 h.
Los neandertales son una especie humana extinta que vivió durante un intervalo de tiempo comprendido entre hace aproximadamente 300.000 años y 28.000 años, ocupando un marco geográfico muy amplio que abarca Europa, Siberia, parte de Asia y Oriente Próximo. Se trata de la especie humana fósil más conocida hasta el momento y que mayor interés ha suscitado en la comunidad científica. En la actualidad tenemos mucha información disponible sobre sus características físicas, su capacidad cognitiva o su comportamiento simbólico, pero solo a través del análisis funcional de sus herramientas puede obtenerse información directa sobre el tipo de actividades que llevaron a cabo y, por tanto, su forma de interactuar con el medio natural.
Durante el desarrollo de esta tesis doctoral se ha realizado el estudio funcional de dos conjuntos líticos procedentes de los yacimientos de Galería de las Estatuas (sierra de Atapuerca, Burgos) y el Abrigo de Navalmaíllo (Pinilla del Valle, Madrid) a través de la traceología, disciplina científica encargada de analizar microscópicamente los filos de las herramientas para describir e identificar huellas de uso relacionadas con las actividades realizadas. Ambos yacimientos se enmarcan en el Paleolítico medio, con unas cronologías de entre 70.000 y 112.000 años para Galería de las Estatuas, y de 71.000 a 77.000 años para el Abrigo de Navalmaíllo. Para que el estudio funcional fuese lo más riguroso posible, primero se ha realizado la caracterización de las materias primas presentes en ambos yacimientos a través de distintas técnicas, como los análisis macroscópicos, petrográficos y la Tomografía Axial Computarizada (TAC). A continuación, se desarrolló una colección experimental que pudiera servir como marco de referencia para las huellas de uso arqueológicas. Para ello, se llevaron a cabo actividades propias del Paleolítico medio como el procesado completo de carcasas animales, el trabajo con piel o el trabajo sobre madera.
Los resultados traceológicos obtenidos tras el análisis de los útiles de Galería de las Estatuas indican que los neandertales emplearon algunas de las herramientas en actividades de corte y de raspado. Sin embargo, debido a las alteraciones postdeposicionales identificadas en gran parte del conjunto lítico, la interpretación de materias trabajadas concretas ha sido una tarea más compleja. A excepción de algunos útiles con huellas atribuidas al trabajo de materias duras, o incluso el procesado de carcasas animales, la mayoría de piezas han ofrecido información sobre usos indeterminados. Por otro lado, los resultados traceológicos obtenidos tras el análisis de las herramientas del Abrigo de Navalmaíllo indican que los neandertales realizaron cinemáticas de corte y raspado durante el trabajo de materias duras, como la madera; o el procesado de carcasas animales de talla media y grande. El análisis traceológico de una muestra más reducida que se localiza aislada del resto del nivel analizado, parece restringir el uso de estas herramientas a trabajos de raspado de madera. En general, el estado de conservación de las herramientas estudiadas del Abrigo de Navalmaíllo es muy bueno, siendo las alteraciones superficiales bastante escasas.
Para concluir, se ha llevado a cabo una aproximación metodológica a la cuantificación de huellas de uso experimentales a través de Microscopía Láser Confocal, conocida por sus siglas en inglés como LSCM. Esta técnica permite la medición tridimensional de una superficie y la obtención de parámetros de rugosidad. Para este estudio se han empleado lascas de sílex, trabajadas sobre madera y procesado de carcasa animal, con el objetivo de producir unas huellas de uso concretas llamadas micropulido. A través del análisis estadístico de los parámetros de rugosidad se ha concluido que una diferenciación cuantitativa entre los micropulidos de madera y la superficie natural de las mismas piezas usadas, así como entre los micropulidos de descarnado y la superficie natural de las mismas piezas empleadas, es posible. Finalmente, la comparación entre los micropulidos de madera y los micropulidos de descarnado indican que una diferenciación cuantitativa de ambas superficies alteradas también es posible.