Aprendizaje interactivo: un viaje académico por la historia de la aviación y la fabricación de Aeroestructuras (12/01/2024)
El 12 de enero de 2024, el Grado en Piloto Comercial para Transporte de Personas y Mercancías (BOUBU Nº189) organizó una salida académica programada dentro del curso académico 23-24 con el objetivo de fortalecer los conocimientos del campo aeronáutico. El grupo lo constituía todo el alumnado de primer y segundo curso, instructores y profesores del grado, el equipo de Customer Support y la directora del Grado, la Dra. Ana María Lara Palma.
La primera de las visitas fue en el Museo del Aire y del Espacio situado en la base aérea de Cuatro Vientos, Madrid. La visita guiada tuvo una duración de 4 horas. El museo nos recibió con el avión CASA C-207 Azor. Este avión, de factura netamente española, estuvo destinado en el 351 Escuadrón del Ala 35 y disponía de piloto automático y dos motores Bristol Hércules 730 de 2.040HP. Su techo operativo era de 9.300 metros, con un alcance de 2.960Km a una velocidad de 400 Km/hora. En el Ejército del Aire realizaba servicios de enlace, estafeta y transporte para 36 pasajeros. Prestó un magnífico servicio volando entre la península y Canarias, Sáhara Español, Guinea Ecuatorial y Europa.
Por otro lado, se tuvo la posibilidad de ver por dentro un Havilland Canada C-7A Caribou (AC-1/CV-2A/DHC-4A) (T.9-25 / 371-05) que fue trasladado al museo en noviembre de 1987. En el Ejército del aire, fue el primer carguero con características de despegue y aterrizaje cortos STOL (Short Take Off Landing) y con auténtica capacidad de operar en misiones tácticas. Era un aparato sencillo, robusto, con generosos flaps de borde de fuga para tomas cortas, neumáticos de baja presión y fuertes patas en sus trenes de aterrizaje. Disponía de una amplia bodega de carga, con un fuselaje peraltado hacia arriba, que permitía el acceso de camiones directamente hacia el avión sin necesidad de dividir su célula central.
Otro avión que nos llamó la atención Canadair CL-215 de 1970, conocido como “botijo” por su particular forma; es un avión anfibio, que, por su robustez, versatilidad y facilidad de mantenimiento, puede emplearse no sólo en la lucha contra el fuego sino también en misiones de búsqueda y salvamento. Su lema era “Cuando el monte se quema… 404 Escuadrón vuela” y pertenecía al 43 Grupo.
Cerca del hangar 1, se encontraba un avión de la Patrulla Águila, el CASA C-101EB Aviojet E.25-23. Este recinto alberga aeronaves con valor histórico. En él se puede visualizar a los pioneros de la aviación, actuaciones con el conflicto en África, la guerra de Marruecos, el periodo entre guerras, y, finaliza, con los grandes vuelos de la aviación española.
Finalmente, la visita recorre el hangar 4 lleno de helicópteros y autogiros. Entre ellos destaca el autogiro C-19 del ingeniero español Juan de la Cierva, el cual, viendo la inestabilidad de los aviones de la época en las tomas y despegues, pensó en una solución que consistía en adoptar un sistema de autorrotación con palas articuladas que garantizase el vuelo aun cuando la velocidad fuese escasa, y dejase al aparato a merced del viento y no del empuje de los motores. Este hangar también contenía instrumentos de medición de parámetros para el vuelo, descubriendo su evolución a lo largo del tiempo.
El museo nos despidió con un enorme LOCKHEED C-130H HÉRCULES con matrícula T.10-03, una de sus últimas incorporaciones. Un avión que los alumnos reconocieron nada más llegar al museo. Se trata de un avión de ala alta, con un compartimiento de carga libre, rampa de carga trasera integral con o sin balanceo, bodega de carga totalmente presurizada que puede ser adaptada con rapidez para pasajeros, camillas o transporte de tropas. La versión C130H está dotada con cuatro motores Allison T56 A-15 de 4910 CV. Este avión fue la espina dorsal del transporte militar español gracias a su gran capacidad portando grandes volúmenes de personal y material, pudiendo operar en pistas cortas no preparadas. Destacar su capacidad de reabastecimiento en vuelo a otras aeronaves en su versión cisterna. Servía de apoyo a los despliegues de las Unidades Aéreas y cooperación con el Ejército de Tierra, la Armada y los Cuerpos de Seguridad del Estado, y ha participado también en numerosos teatros de operaciones y misiones humanitarias. Éste había estado 46 años de servicio ininterrumpido interviniendo en múltiples misiones militares y civiles, tanto nacionales como internacionales. Su última misión la realizó el 23 de noviembre de 2020 con un vuelo desde Afganistán y Oriente Medio. Pertenecía al 301 Escuadrón que fue Ala 31 desde septiembre de 1978 hasta diciembre de 2020.
La segunda escala del viaje tuvo lugar en el parque tecnológico de Boecillo, Valladolid, en la empresa Aciturri. La visita duró 2 horas y permitió al grupo descubrir los procesos innovadores de esta multinacional. Esta corporación fabrica diferentes aeroestructuras con piezas muy ligeras y complejas; el motivo es que deben pesar poco para volar, pero ser resistentes para llevar la carga necesaria. Tuvimos la suerte de poder ver todo el proceso desde que se empieza a modelar el material hasta que se envía a donde se ensambla el avión.
Aciturri es un proveedor aeroespacial establecido con casi 50 años de experiencia en programas de aeronaves comerciales, incluido el diseño y la fabricación de componentes principales de la estructura de Airbus A350, A320, A400M, Boeing 787 y programas Embraer KC390, entre otros. En la planta que visitamos tienen los departamentos de Innovación, de Definición de Producto, de Ingeniería de Procesos, de Ingeniería de Utillaje, de Fabricación de Composites, de Fabricación Aditiva y el de Montaje. Aquí hacen el Lay-Up CNC (Computer Numerical Control) dado que dispone de 5ATL's (Automated Tape Laying) distribuidos en 3 salas limpias totalmente equipadas para la fabricación en composites de hasta 15 x 5m. También, hay posibilidad de instalar en dichas salas, hasta 2 ATL's (Automated Tape Laying) adicionales y una AFP (Automated Fiber Placement). Cuenta con la tecnología CNC (Computer Numerical Control) más avanzada para el recanteo de piezas de composites de hasta 18 x 5 m, independientemente de la geometría y dimensiones que abarcan desde el fresado en 5 ejes hasta el corte por agua o manual.
Finalizada la visita, los alumnos reconocieron la importancia de estas actividades pedagógicas como ejemplo de interacción fuera del aula, estimulación de competencias y confrontación de teoría y práctica, una profundización en los procesos en torno al avión, enriquecedor a nivel cultural.