Juan José Laborda Martín, director de la Cátedra Monarquía Parlamentaria de la Universidad de Burgos, es, desde luego, un personaje poliédrico, pero es, ante todo, un parlamentario en el sentido estricto del término. Para Laborda, la política, la vida, es el arte de entablar conversaciones con aquellos que piensan distinto con el supremo objetivo de llegar a un consenso que haga a la sociedad más libre y más justa.
Accedió al Senado en 1977 para contribuir, como parlamentario constituyente, a la redacción de la Constitución española de 1978. Desde esa fecha ocupó escaño como senador por Burgos durante más de 30 años, llegando a presidir esta institución parlamentaria desde 1989 hasta 1996.
Laborda es, además, historiador y periodista, profesor, doctor, académico de la Real Academia de la Historia, doctor Honoris Causa de la Universidad de Burgos, alumno y maestro en cinco universidades y hombre de Estado.
La creación de la Cátedra Monarquía Parlamentaria es el producto de una de sus firmes convicciones políticas: “La creamos porque defendemos la Constitución y porque la Monarquía parlamentaria es el gobierno sometido a las leyes, el ideal republicano de Cicerón”. Durante el gobierno de Leopoldo Calvo Sotelo, entre 1981 y 1982, Juan José Laborda era portavoz parlamentario en “un año en el que se salvó la democracia, tras el golpe de Estado, y la salvamos porque aplicamos el consenso, incluso en las discrepancias, el único método que nuestro sistema político posee para superar las grandes dificultades”.