Entender la relación de los grupos neandertales con su entorno es esencial para comprender los modos de vida de estos grupos humanos. Un reciente estudio publicado en la revista internacional Archaeological and Anthropological Sciences ha permitido conocer que comían y en qué épocas del año ocuparon los neandertales la cueva de Prado Vargas hace 46 000 años. Este yacimiento se encuentra situado en la localidad de Cornejo, dentro de la Merindad de Sotoscueva, en el norte de la provincia de Burgos. Prado Vargas forma parte forma parte del BIC y del Monumento Natural de Ojo Guareña, uno de los sistema kársticos más grande de Europa con sus más de 100 km de simas, cuevas y galerías.
Destacados de Laboratorio de Evolución Humana (LEH)
Las investigadoras del Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos Rebeca García González, Laura Rodríguez García y Ana Álvarez Fernández, han participado en el estudio publicado en la prestigiosa revista Nature Human Behavior sobre un santuario de caza de los Neandertales en Pinilla del Valle.
Cuatro investigadores de la Universidad de Burgos pertenecientes al proyecto de Atapuerca han colaborado con científicos de la Universidad de Bristol y del University College de Londres (UCL), así como con investigadores de otros 20 países en un nuevo estudio publicado en Nature y echan por tierra algunas creencias sobre por qué los humanos adquirieron la capacidad de digerir la lactosa de la leche en la edad adulta.
Cristina Valdiosera, investigadora Ramón y Cajal del Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos, ha liderado, junto al investigador Torsten Gunther de la Universidad de Uppsala, un artículo publicado en la revista Communications Biology titulado "Análisis genético de uno de los primeros enterramientos islámicos en Oriente Próximo (Tell Qarassa, Siria)” ("Bioarchaeological evidence of one of the earliest Islamic burials in the Levant - Tell Qarassa, Syria) sobre el ADN antiguo, un estudio multidisciplinar que aporta nuevos conocimientos sobre el primer periodo islámico en la actual Siria.
Ayer finalizó una nueva campaña de excavación en la Cueva de Prado Vargas en el norte de Burgos. Este yacimiento situado en la localidad de Cornejo (Merindad de Sotoscueva) forma parte del BIC y del Monumento Natural de Ojo Guareña.
El equipo codirigido por Marta Navazo, profesora Titular de Prehistoria de la Universidad de Burgos (UBU), Rodrigo Alonso, responsable de Didáctica y Dinamización del Museo de la Evolución Humana (MEH) y profesor Asociado de Prehistoria en la UBU, y Alfonso Benito investigador del Centro Nacional en Evolución Humana (CENIEH), ha finalizado una nueva campaña de excavación en el yacimiento de la Cueva de Prado Vargas en el norte de Burgos.
El científico Colin Smith, incorporado recientemente como investigador Beatriz Galindo al Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos y especialista en arqueología molecular, ha participado en una investigación mediante el análisis de isótopos estables sobre prácticas agrícolas en la Edad de Hierro en la isla griega de Andros.
El científico Colin Smith, incorporado recientemente como investigador Beatriz Galindo al Laboratorio de Evolución Humana de la Universidad de Burgos y especialista en arqueología molecular, ha participado en una investigación mediante el análisis de isótopos estables sobre prácticas agrícolas en la Edad de Hierro en la isla griega de Andros.
Un proyecto del Laboratorio de Evolución Humana de la UBU forma parte de la exposición “Campus Vivo. Investigar en la Universidad”.
El Museo Nacional de Ciencia y Tecnología (MUNCYT) de A Coruña, abre al público la tercera edición de la exposición “Campus Vivo. Investigar en la Universidad”, que podrá visitarse hasta final de año, con el objetivo de acercar a la ciudadanía la investigación que se hace en las universidades españolas.
Hoy finaliza la cuarta campaña de excavación en la cueva Prado Vargas (Cornejo, Merindad de Sotoscueva). Desde el pasado 1 de agosto un equipo de quince investigadores de la Universidad de Burgos (UBU), el Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (CENIEH) y el Museo de la Evolución Humana han trabajado en el nivel 4 de este yacimiento descubriendo 2.000 restos de hace más de 45.000 años.