"El escritor ha de ser un hombre de su tiempo"

El premio Cervantes Eduardo Mendoza inauguró los cursos de verano de la Universidad de Burgos

“El escritor tiene que estar comprometido con su realidad, debe ser un hombre de su tiempo y ha de transmitir la tradición literaria, conservarla, transformarla, en la medida posible; y trasmitirla a las generaciones siguientes”.

El premio Cervantes Eduardo Mendoza entiende que el compromiso político y social no es un elemento importante en la creación literaria, pero ha de existir un compromiso con la obra, así lo piensa una persona para quien el humor es un mecanismo de relojería, cuyo mérito es del lector que ríe y se introduce en sus obras.

Un hombre simpático, campechano y humilde, que cultiva el humor como nadie y que dio, durante toda la jornada, una lección de grandeza en favor del humanismo y la creación literaria. “Hay que mantener la honestidad y el compromiso con la obra. Uno escribe para hacer una obra coherente, que funcione por sí misma y tenga una vida propia. Hay un compromiso con la obra, sí la obra es honesta es necesaria su existencia por el hecho mismo de que es una creación, que le da un valor y podrá funcionar”

Literatura y humanidades, realidad y ficción, cuentos infantiles, historias intrigantes como la de Caperucita, la importancia de los relatos en la literatura, un género que dominan a la perfección las mujeres; fueron algunas de las cuestiones que trató Eduardo Mendoza en la conferencia “De Blancanieves a Kafka. Un visita guiada al castillo de la ficción” durante la inauguración de Cursos de Verano de la Universidad de Burgos.

Con el Cultural Cordón abarrotado, las palabras de Eduardo Mendoza hicieron reflexionar sobre el papel de la literatura, una cosa vaga y general que ha de ser entretenida e interesante en la que lo importante es lo que se cuenta y hay que contarlo bien… Mendoza repasó de una manera muy amena la historia de la literatura, una actividad de disfrute individual. De la ficción pasó a una subcategoría que es la novela, un invento muy reciente, y se refirió al Quijote como el gran cambio de la novela en la que Cervantes pide creerse la historia, la novela es, por tanto, un género que cada día se acerca más al realismo. “Llega un momento en el que el lector exige que se le cuente la realidad” porque el "realista" está siempre en la imaginación del lector.

Elogió las humanidades y dijo que la literatura y las humanidades gozan de buena salud, pero habló también del cuento y de su dificultad técnica. “Es un género esplendido”. Y agregó “Las grandes escritoras de cuentos han sido las mujeres”. Todas las obras – a su juicio- tienen valor y mostró su admiración por el mundo borgiano y kafkiano "son aportaciones a nuestra cultura y forma de estar en el mundo", aunque Borges no parece que era un hombre especialmente comprometido, señaló, mientras que Kafka sí lo era: “Vivía en su mundo, le gustaba el cine, las películas de Buster Keaton, el Cabaret y el mundo de la comedia".