CajaViva Fundación Caja Rural presentó ayer el último número del Boletín de Coyuntura Económica que elabora desde 2009 el Equipo multidisciplinar de Coyuntura radicado en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Burgos. En virtud del Convenio Marco de Colaboración firmado por la Universidad de Burgos y la actual Caja Viva Caja Rural este equipo multidisciplinar integrado por 15 profesores, de los Departamentos de Economía Aplicada, Economía y Administración de Empresas y Derecho analizan la evolución económica coyuntural de la provincia de Burgos.
El director general de Caja Viva, Ramón Sobremonte, estuvo acompañado por el coordinador del boletín, José María Calzada, y por el responsable del análisis de pymes, Pablo Arranz.
En el ámbito local burgalés el análisis se desglosa por sectores: agrícola, industrial, construcción y servicios. Dentro de los servicios se incide de forma especial en el turismo y comercio y el sector financiero. También se estudian específicamente los precios y salarios, el mercado de trabajo, el sector exterior y la población. Además, el informe aporta un indicador sintético de la evolución económica local que permite hacer un análisis predictivo que se ha denominado CRISEBU (Caja Rural – Indicador Sintético de la Economía de Burgos). Este análisis sirve de referencia a autoridades políticas y a los distintos agentes económicos locales en la toma de decisiones. Cada edición del Boletín se presenta ante los medios de comunicación que difunden las conclusiones más relevantes.
El este último número se augura un crecimiento más lento de las economías avanzadas a nivel mundial, incluida la española pese a lo cual seguirá siendo una de las más dinámicas de la zona euro durante 2016 y 2017. En el ámbito burgalés el indicador CRISEBU (Caja Rural Indicador Sintético de la Economía Burgalesa) cuantifica un crecimiento de la economía provincial similar a la regional pero inferior a la nacional. El mismo comportamiento se observa en los datos de afiliación a la Seguridad Social, positiva, pero inferior al incremento a nivel nacional.
El análisis concluye planteando una serie de reflexiones relativas a la pérdida de atractivo de la economía burgalesa a la hora de localizar iniciativas que impulsen la misma y como la localización geoestratégica de la ciudad como ventaja competitiva se está diluyendo de forma progresiva.
En cuanto a la pequeña y mediana empresa de Burgos, estas constituyen el 99% del tejido empresarial burgalés, el 56% de las cuales no tienen asalariados, el número de este tipo de empresas es el que más ha aumentado durante la crisis. El sector servicios reúne al mayor número de empresas, que muestra una evolución positiva en el periodo estudiado.
El 65% del empleo en empresas con al menos un asalariado se concentra en un reducido número de actividades productivas: distribución comercial (14,9%), actividades administrativas y de servicios auxiliares (10,6%), hostelería (9,1%), industria de la alimentación (8,9%), construcción (6,8%), transporte terrestre (6,0%), fabricación de productos metálicos (4,2%) y de productos de caucho y plástico (4,5%).
En el caso del sector industrial, que en Burgos que acapara un porcentaje significativamente mayor de centros y de empleo que en España, lo que determina un tamaño medio muy superior para la empresa de este sector en Burgos, 21,3 frente a 12,4. Además la destrucción de empleo en este sector se ha producido a un ritmo más lento en nuestra provincia que para el caso nacional.