El próximo martes la doctoranda del Programa de Educación de la Universidad de Burgos Leire Eiguren Munitis defiende su tesis doctoral titulada “Intervención intercultural mediante actividades significativas personales y colectivas”. Esta tesis ha sido dirigida por los profesores Jerónimo Javier González Bernal y Josefa González Santos.
La presente tesis doctoral se basa en un estudio desarrollado en diferentes ámbitos culturales de Marruecos y Perú. El pilar fundamental de esta investigación es la justicia ocupacional, entendida ésta como el acceso, selección y realización de actividades propositivas independientemente de la condición personal y/o social en colectivos y contextos donde históricamente y sistemáticamente se ha negado el acceso a una participación digna y significativa.
El objetivo general de esta tesis es analizar el impacto del desarrollo de actividades con propósito en la salud y bienestar desde una perspectiva intercultural en el desarrollo de programas comunitarios.
Para ello, se diseña un estudio desarrollado en Marruecos y Perú. En el país africano, por un lado se recopilan datos de las personas con discapacidad que participan en el programa de intervención (N=52), de las cuales 29 (55,8%) son de género masculino y 23 (44,2%) femenino, con una media de edad de 12,08 (DT 6,52) y, por otra parte, con el fin de evaluar la actitud estigmatizante de la sociedad hacia el colectivo, participan 42 personas de la comunidad, 50% hombres y 50% mujeres, con edades comprendidas entre 8 y 64 años, siendo la media de edad 31,31 años (DT 14,75). En el país andino se llevan a cabo dos intervenciones. La primera es destinada única y exclusivamente para las mujeres con diagnóstico de enfermedad mental, donde la muestra final es de 18 personas, con una media de 56,17 años y una desviación estándar (DT) de 16,67. La segunda, desarrollada con los residentes del Complejo Sanitario San Juan de Dios de Piura (N=48), centro que brinda atención a los problemas de salud mental, de las cuales 22 son mujeres (45,8%) y 26 hombres (54,2%), con una media de edad de 52,06 (DT 16,47).
Los resultados obtenidos muestran que realizar una intervención basada en actividades significativas personales y colectivas bajo una perspectiva intercultural, influye positivamente tanto en el desempeño ocupacional, volición, calidad de vida y autoestigma frente a situaciones de enfermedad o discapacidad. Así mismo, y como consecuencia de involucrar a toda la comunidad en el proceso terapéutico, disminuye el estigma hacia la discapacidad y como conclusión, favorece la inclusión de las personas en la sociedad.
En conclusión, además de aportar evidencias sobre la intervención basada en la justicia ocupacional y la realización de actividades significativas, favorece el cuestionamiento del conocimiento hegemónico, manifestando así la necesidad de aportar una atención significativa ante la diversidad cultural del mundo globalizado.