Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, la Unidad de Igualdad de Oportunidades de la Universidad de Burgos, el rector y algunos sindicatos como la CGT se han sumado a las manifestaciones que reivindican la igualdad efectiva entre hombres y mujeres para conseguir una sociedad realmente justa y democrática y recordado los retos que hay por delante.
La unidad de Igualdad de Oportunidades de la UBU ha hecho llegar a la comunidad universitaria el Manifiesto elaborado desde la Red de Unidades de Igualdad de Género de las Universidades Españolas para la Excelencia Universitaria (RUIGEU), suscrito por la Universidad de Burgos.
Como cada año, el 8 de marzo volvemos a reivindicar la necesidad de avanzar en una igualdad efectiva entre mujeres y hombres que nos permita alcanzar una sociedad verdaderamente justa y democrática.
En este sentido, resulta fundamental tener presentes los retos que tenemos por delante. La violencia ejercida contra las mujeres, la feminización de la pobreza, las dificultades de acceso al espacio público en general, así como la conciliación, son problemas persistentes que año tras año el movimiento feminista pone en el centro del debate público como prioritarios.
Este año ha venido marcado por una complicada situación a nivel global generada por la pandemia y la situación de emergencia sanitaria. En primer lugar, queremos recordar a todas aquellas personas que han perdido la vida por esta causa, así como a todas aquellas que han permanecido en primera línea. Pero también es necesario poner de manifiesto, en este 8 de marzo que, si bien esta situación está siendo dura para toda la sociedad, la crisis, como es lo habitual, está afectando especialmente a las mujeres. Se hace patente la feminización de la pobreza, mayor exposición debido al rol de cuidadoras, mayor vulnerabilidad en situaciones de violencia de género y de abuso infantil, y crecientes problemas relacionados con la conciliación y la corresponsabilidad. Desde la RUIGEU se impulsó en este ámbito la Guía “Teletrabajo y conciliación corresponsable en tiempos de covid-19” con el objetivo de mejorar los problemas de conciliación detectados que ahondan, aún más, las distintas brechas de género que existen en la comunidad universitaria.
Por otra parte, queremos poner en valor los avances alcanzados durante este año, destacando la aportación de nuestras Unidades de Igualdad a la creciente preocupación de la ANECA por la brecha de género y la implementación de medidas para su superación, así como la incorporación de estas en la Mesa de Género y Universidad, impulsada por el Ministerio de Universidades. Aunque todo ello por sí mismo no suponga un cambio de situación, sí constata una tendencia a abordar las clásicas problemáticas de las mujeres en las universidades y, sobre todo, demuestra que la actuación conjunta de esta Red para avanzar en la igualdad obtiene, efectivamente, resultados. Reivindicamos la importancia del trabajo desarrollado por las Unidades de Igualdad para avanzar en la eliminación de las desigualdades y exigimos que la perspectiva de género impregne todas las políticas universitarias.
Incorporar la perspectiva de las mujeres y de género es desde hace más de una década una obligación legal, en tanto que principio rector de todos los poderes públicos, incluyendo también las universidades, que debe aplicarse a la administración, la gestión, la docencia, la investigación y la innovación. No es posible la excelencia y la calidad sin la igualdad.
Finalmente, queremos reivindicar el papel fundamental de las Universidades en materia de igualdad, de su potencial transformador para el futuro y de la investigación como base de las políticas públicas.
Por todo ello, las Universidades que firmamos este manifiesto nos comprometemos a seguir trabajando y avanzando en una igualdad real y efectiva, este y todos los días del año.
Por otro lado, la sección sindical SSFESP-UGT de la UBU también ha hecho llegar un manifiesto a la comunidad universitaria en el que señala que las mujeres somo el símbolo de la revolución social
Este año más que nunca entendemos que la sociedad y nuestra manera de concebir la realidad cambia continuamente. Así ha ocurrido con el día 8 de marzo en los últimos años, que ha pasado de ser el día de la mujer trabajadora, a ser el día Internacional de la Mujer.
Las mujeres somos el símbolo de la revolución social, el cambio transversal de un sistema poroso construido a base de privilegios. Subrogadas históricamente en todos los ámbitos reconocibles, hemos logrado ser el centro de la lucha por la igualdad.
Estos tiempos de pandemia, nos han mostrado los cimientos sobre los que construimos nuestro día a día; sobre nosotras, recae la mayor parte de cuidados, no remunerados en el ámbito privado y remunerados en el público, cuidados de salud, domiciliario, residencias de ancianos, trabajadoras de campo, alimentación, mano de obra textil y, un largo etc que nos pone en el punto de partida de la desigualdad de un sistema globalizado ideado por hombres y para hombres.
Citando a Virginie Despentes “el cuerpo de las mujeres pertenece a los hombres; en contrapartida, el cuerpo de los hombres pertenece a la producción en tiempos de paz, y al Estado, en tiempos de guerra”. Esta cita resume el papel de la mujer y del hombre en la historia y el motivo de la lucha diaria que festeja el 8 M.
Las mujeres, sufrimos la ignorancia de los poderes, pero además, sufrimos un terrorismo que lleva más de 1083 muertes contabilizadas en los últimos 15 años, esta lacra, no sólo duele por ser un acto criminal, tenemos que vivir con la negación de su existencia por parte de poderes políticos y parte de la sociedad.
Vivimos en el siglo de la revolución Educacional, Ambiental, Social, Energética y, sin embargo, no hay un consenso político y social que criminalice el sistema que lleva a matar a la mujer. Especialmente, hoy es el día de las cientos de miles de mujeres que han sido asesinadas en el mundo por hombres.
En el ámbito Universitario, como en cualquier otro ámbito cultural y del conocimiento, existen desigualdades que tenemos que visibilizar y poner fin. No estamos exentas a los techos de cristal, brecha salarial, abusos de poder, intimidación y arbitrariedad. Formamos parte del sistema de producción y, por tanto, somos eslabones de una cadena en funcionamiento. Por ello, tenemos que exigir que se pongan en marcha mecanismos de activación y promoción de la equidad en la Universidad de Burgos.
No podemos olvidar el decrecimiento del número de mujeres en titulaciones de Ciencias y Tecnología, ni el escandaloso hecho de que a pesar de que el 60% de los estudiantes universitarios en nuestro país son mujeres, no se ve reflejado en el número de posiciones de liderazgo dentro de la Universidad y de los Institutos de investigación.
Para finalizar, son miles las mujeres olvidadas que han realizado una importante aportación al conocimiento, a la ciencia y a todas las formas de cultura, arte, ingenio…Pero queremos recomendar la obra de dos pintoras; Lois Mailou Jones, estadounidense, negra, nieta de esclavos que en su obra reivindica sus orígenes africanos y Remedios Varo, española, cuyas obras están protagonizadas por mujeres serenas, sabias, que viven en un universo simbólico.
Hoy 8 de marzo, hoy que cada vez más se silencian nuestras palabras, protestas, sonrisas, gritos, conocimiento, ingenio y saber, os escribimos para decir, VIVA el 8M.
Feliz día. CGT-Universidad de Burgos
Por último, el rector Manuel Pérez Mateos ha enviado un escrito a toda la comunidad universitaria en defensa de las niñas y de las mujeres.
Hoy, 8 de marzo, celebramos el Día Internacional de la Mujer, marcado por una crisis que estalló precisamente este mismo mes hace un año y que ha supuesto un drástico cambio en el mundo y en los que vivimos en él.
Desde el principio de la pandemia, las mujeres, que representan el 70% del personal sanitario en todo el mundo, están luchando infatigablemente. También lo están haciendo como cuidadoras de personas mayoras y dependientes, en centros geriátricos y en los hogares. Y precisamente por eso, están sufriendo las consecuencias más duras de la crisis. Además, muchos de los puestos de trabajo que se están perdiendo, como los de hostelería, comercio o turismo, pertenecen a sectores altamente feminizados. Y, por si fuera poco, el confinamiento ha provocado un aumento de la violencia contra las mujeres.
En momentos de crisis, los colectivos más desfavorecidos son los que más carga de sufrimiento soportan, por lo que desde la Universidad debemos, ahora más que nunca, defender los derechos de mujeres y niñas.
En la Universidad de Burgos apostamos por un futuro igualitario en el que las mujeres puedan aportar su experiencia, habilidades, conocimientos y sensibilidad para la creación de leyes y políticas que contribuyan a hacer del mundo un lugar más habitable y seguro.
Justo cuando los avances científicos han puesto de manifiesto la mejor manera de superar una pandemia que ha demostrado de nuevo la fragilidad de la condición humana, es cuando más debemos defender a los colectivos más vulnerables a través de un ejercicio responsable de unidad y solidaridad. Por ello, debemos seguir comprometiéndonos con la equidad entre mujeres y hombres.
Como todos los años, te animo a participar en las actividades que organiza nuestra Unidad de Igualdad a quien agradezco, una vez más, su trabajo y dedicación.
Este año, el lema propuesto por la ONU para celebrar el día de hoy es “Mujeres líderes: por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”. Si en todos los despachos del mundo en los que se toman decisiones importantes hubiese cada vez más mujeres, el mundo sería un lugar menos violento y más justo e igualitario.