Nueve decenas de libros, de entre los 150.000 volúmenes que alberga la Biblioteca de la UBU, además de varias placas de yeso de falsos techos e innumerables horas de trabajo sin descanso del personal de la Oficina Técnica, de los servicios de limpieza y seguridad y de los decanatos y EPS son las consecuencias más reseñables de la tormenta de agua y granizo que, el pasado viernes, tuvo su epicentro en el Campus del Hospital del Rey de la Universidad de Burgos.
En un correo electrónico destinado a toda la comunidad universitaria envidado esta mañana, el rector ha informado de que el agua filtrada desde la cubierta de la Biblioteca al colapsar los colectores urbanos y las bajantes del edificio "ha afectado únicamente a unos 900 ejemplares, de los cuales han quedado inservibles menos de 100 (de los que disponemos en muchos casos de su versión electrónica)".
En la mencionada comunicación, Pérez Mateos ha puesto igualmente en conocimiento del alumnado que la Universidad ha procedido a reforzar los espacios disponibles como salas de estudio con las aulas 51, 52, 53 y 54 del bloque A1 en EPS Avenida de Cantabria y desde hoy con las aulas A01, A02, A03 y A04 de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales".
En su escrito a la comunidad, el rector finaliza agradeciendo "muy especialmente el esfuerzo y compromiso de los equipos decanales y de dirección, así como de otros muchos otros compañeros y compañeras frente a las numerosas incidencias acaecidas en el campus tras la tormenta del viernes, lo que ha permitido volver a la normalidad en un tiempo récord".