La Unidad de Empleo de la Universidad de Burgos trabaja a diario para la creación de programas que potencien la inserción laboral de los alumnos.
Prueba de ello es el lanzamiento del Programa Activa-T, formación en Competencias laborales a cargo de las propias empresas de la provincia burgalesa. Este programa comenzó el pasado viernes de la mano de Arancha Salguero, Directora de Recursos Humanos de Constantia Tobepal desarrollando la competencia base del Autoconocimiento y le seguirá empresas como Pepsico, Mahou-San Miguel y Skretting, entre otras.
Dichas empresas ponen sus ojos en los profesionales que han sido capaces de desarrollar sus habilidades “Soft” (blandas) en paralelo a sus estudios, es decir, sus habilidades “Hard” (duras)
Las primeras a diferencia de las segundas, que se identifican con todo el conocimiento académico curricular obtenido durante el proceso formativo formal, tienen que ver con la puesta en práctica integrada de aptitudes, rasgos de personalidad, conocimientos y valores adquiridos.
Como determina el Vicerrector de Empleabilidad y Empresa, Jose Luis Peña, “Una vez nuestros alumnos han terminado sus estudios les queda un gran desafío por delante, ingresar al mercado laboral por la puerta grande. Para ello la universidad debe conocer perfectamente qué perfil de candidatos buscan las empresas y adecuar la oferta con la demanda. Detectado la necesidad, debemos desarrollar en nuestros alumnos sus habilidades transversales para que no sólo se conviertan en máquinas de absorber conocimiento empírico sino que lo demuestren y además que sean las propias empresas que se lo cuenten”
Entre las habilidades más buscadas se encuentran las comunicativas y de relacionamiento, la creatividad, la responsabilidad, la honestidad, la capacidad de trabajar en equipo, el compromiso y las actitudes proactivas para resolver problemas y generar ideas innovadoras que ayuden a impulsar el crecimiento de la organización.
Con objetivo de mejorar, sumar y potenciar el programa, el mismo ha ido destinado a aquellos con un perfil más cercano al mundo laboral, egresados, estudiantes de máster y postgrado, estableciendo un límite de 20 participantes para su correcto funcionamiento y desarrollo.
Según Peña, “uno de los objetivos es seguir desarrollando y trabajando este programa para unir el mundo empresarial al académico y potenciar la empleabilidad de los universitarios”.