Juan Bautista Delgado García, Esther de Quevedo Puente y José María Díez Esteban, profesores del Departamento de Economía y Administración de Empresas de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Burgos, han sido premiados por el Instituto de Análisis de Intangibles por su contribución al campo de las investigaciones de los intangibles, la relevancia de las conclusiones y su aplicabilidad, así como la metodología utilizada.
El Jurado de los Premios Intangibles 2009 convocados por el Instituto de Análisis de Intangibles han otorgado el premio al trabajo de investigación: "El Valor Tangible de un Activo Tangible" elaborado por Juan Bautista Delgado García, Esther de Quevedo Puente y José Mª Diez Esteban del departamento de Economía y Administración de Empresas de la Universidad de Burgos y destacado la relevancia de la obra premiada.
EL VALOR TANGIBLE DE UN ACTIVO INTANGIBLE.
Los tres profesores tratan la influencia de la reputación corporativa sobre el riesgo y el resultado ajustado por el riesgo de las empresas cotizadas españolas y un análisis con datos de panel en el contexto de una relación endógena.
¿Mejora la reputación corporativa en los resultados empresariales? A pesar del esfuerzo realizado por los investigadores en evidenciar esta relación que los directivos asumen, los resultados empíricos no son unánimes. Esta relación de reputación corporativa y resultados financieros puede estar condicionada por el riesgo, efecto que no se ha tenido en cuenta en la literatura previa. La investigación de la UBU analiza la influencia de la reputación corporativa en tres dimensiones del riesgo de las empresas -riesgo sistemático, riesgo no sistemático y riesgo total- y en su rentabilidad ajustada por el riesgo. Para testar las hipótesis emplean una muestra de empresas cotizadas españolas en el período 2001-2006, en la que se distingue las empresas incluidas y no incluidas en el índice MERCO de las 100 empresas más reputadas en España. Los resultados muestran que las empresas reputadas mantienen un menor riesgo no sistemático. Este efecto se debe a que su reputación corporativa les permite mantener unos precios superiores, una mayor retención de los clientes, la atracción de mejores candidatos, una menor rotación de personal una vez empleado, una mayor atracción a los inversores y un acceso favorable a los mercados de capitales. Paradójicamente, las empresas más reputadas se exponen a un riesgo sistemático superior ya que se ven forzadas a mantener el nivel de satisfacción de sus participantes con el objeto de no poner en peligro su reputación corporativa. Por ejemplo, las empresas reputadas soportan los elevados costes de mantener una buena calidad o de un alto compromiso tanto con los empleados como con el conjunto de la sociedad, dado que la no satisfacción de las expectativas de un grupo de participantes en un momento puntual puede poner en peligro la reputación que la empresa ha construido durante un largo período de tiempo. Sin embargo, el riesgo total, que engloba al riesgo sistemático y no sistemático, es menor en el caso de las empresas reputadas. Además, se observa que las ventajas derivadas de la reputación se reflejan en una mayor rentabilidad ajustada por el riesgo de las empresas.