“Escribir es un oficio de vagos, pero de vagos muy constantes. Hay que ser vago todos los días, no dejar de ser vago ningún día y así, al final, con mucho esfuerzo y paciencia salen las cosas mal, pero salen”. De esta manera se expresaba el escritor de ficción Eduardo Mendoza en el Hospital del Rey unas horas antes de pronunciar su conferencia inaugural de Cursos de Verano de la Universidad de Burgos “De Blancanieves a Kafka. Una visita guiada al castillo de la ficción” en el Cultural Cordón.
“Señores pasajeros, en nombre del comandante Flippo, que por cierto, se reincorpora hoy al servicio tras su reciente operación de cataratas, les damos la bienvenida a bordo del vuelo 404 don destino a Madrid y les deseamos un feliz viaje”, así reza el párrafo del primer capítulo de esta obra de 1982 de Eduardo Mendoza, un obra de intriga, parodia y fina ironía como la mayoría de los libros de este autor caricaturesco y divertido, narrador y descriptor, humilde pero inmenso, que ha venido a Burgos y rubricado en el libro de honor de la Universidad. “Feliz y honrado de estar en la Universidad de Burgos, lugar maravilloso y punto de encuentro de idas y personas. Con respeto y con afecto”.
Este escritor novelesco, premio Cervantes de las Letras en el 2016, que publicó su primera obra, La verdad sobre el caso Savolta, en 1975, está entre los escritores españoles más destacados. Mendoza ha sido recibido por el rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos, que ha calificado de “lujo” contar con una de las figuras literarias de mayor relieve de nuestro país, admirado por todos, y agradeció enormemente que haya aceptado la invitación en una ocasión tan especial como es el 25 aniversario de la creación de la institución académica burgalesa.
De lo primero que habló Eduardo Mendoza fue de los cursos de verano y del clima. “Veo que es una actividad importante y significativa en el mundo académico y estoy encantado por haber venido a Burgos porque tiene un clima muy bueno. Aquí se está muy bien, de dónde vengo estamos en un baño de calor y humedad”.
No quiso hacer un "spoiler" de su conferencia, aunque aseguró que hablaría de las humanidades: “me propongo hacer un elogio de las humanidades cosa que de vez en cuando hay que hacer porque las cosas obvias hay que irlas repitiendo para que sigan siendo obvias y también porque creo que se puede fundamentar…, qué las humanidades son importante es algo que todos estamos dispuestos a decir, pero muy pocos podemos decir por qué. La tecnología lo domina todo y está al alcance de cualquiera. Me gustaría incitar a la reflexión”.
Voy a contar un poco cuales son mis experiencias en el mundo de la literatura desde un ángulo que no suele ser frecuente no el del estudiante sino el del practicante que vive la literatura cada día como parte de su vida y de la profesión y la visión que tiene desde el mundo de las humanidades desde atrás
Laminarmente se reconoce la importancia de las humanidades como la mayoría de las cosas que damos por sabidas, como la familia, el amor..., pero “no basta con decirlo, en la vida hay muchos obstáculos y hay que poner los medios para que esta importancia no se resienta”.
A su juicio, no es que haya una campaña contra las humanidades, “pero si una especie de dejación porque se piensa que como son tan importantes no hay que regarlas porque crecen solas y no es verdad”.
Al hablar de la Universidad recordó que en la Academia se hace todo. “No solo un centro de reparto de títulos sino un lugar de enseñanza de todas las materias y una actitud y una forma de entender el esfuerzo intelectual. Es un lugar de relación de las personas, ahora es fácil estudiar en casa a través de internet, pero se pierde el contacto humano, los amigos, las discusiones y la Universidad es todas esas cosas. Hay que cuidarla mucho porque no tiene una salud a prueba de bomba y puede venirla una enfermedad mala y no hay quien la rescate”.
En su opinión, la literatura está en un buen momento y no teme a la competencia con medios de comunicación como la televisión. “Hay que cuidarla pero no hay que alarmarse de que sufra altibajos y tenga que enfrentarse a series de televisión. Los medios de comunicación no van acabar con la literatura y son lo que la palabra misma indica son un medio, no son un fin; los medios de comunicación son una cosa muy amplia y cabe todo el entretenimiento, broma, seriedad, debate y cabe todo. Hay que ser un poco flexible y relativista no hay que ser tremendista ni optimista en exceso”.
Eduardo Mendoza afirma que nunca se había leído tanto como ahora, “los medios fomentan el conocimiento, hacen publicidad en el peor y en el mejor sentido de la palabra. Son parte de nuestra vida y sociedad y hay que administrarlos sabiamente y tampoco están en manos de unos alienígenas, es decir, todos somos parte de los medios de tenemos mucha tendencia hablar del yo y los otros, los medios de comunicación somos todos, no nos confundamos”.
Durante su visita el rector agradeció su presentación en la presentación de los cursos de verano. Se refirió a lo que significa la Cultura y el deporte en la UBU. “En este curso académico más de 50.000 personas han participado en actividades culturales”. UBU Verano dijo un festival de participación ciudadana y su eje central son los cursos de verano.
Manuel Pérez Mateos recordó que en los últimos años se han impartido más 525 cursos de verano, con casi 20.000 estudiantes. Este año se celebraran 21 cursos en 8 localidades de la provincia, con actividades complementarias como el Tablero de Música, conciertos jacobeos, ciclo de cine fantástico, que son referentes que concitan la atracción cultural de la ciudad.
Añádió también que UBUAbierta cuenta con más de 4.000 inscritos y que nuestras aulas reciben a estudiantes extranjeros que disfrutan de nuestra universidad y nuestro clima.
Para finalizar, ante la petición a Eduardo Mendoza de una descripción de la ciudad, el escritor con su pericia habitual y su fina ironía señaló “Por favor, llegué ayer. No me costaría contar mis impresiones…, pero para hablar de la ciudad tienen que hacerlo los de aquí. Burgos para los de Burgos”.