Ramón Jáuregui Atondo, eurodiputado del Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas, participó en el ciclo de conferencias denominado UE for you: you for UE, organizadas por el decanato de la Facultad de Derecho, con la ponencia "El futuro de Europa: oportunidades y retos en el Horizonte 2020".
La economía, la política migratoria, la seguridad interior y los nacionalismos fueron presentados por el eurodiputado como los grandes retos que enfrenta Europa “Ese bello edificio que hemos construido”.
“La Unión Europea es una unión supranacional única en el mundo, que no ha sido fácil construir sobre identidades nacionales tan marcadas y hoy supone el horizonte civilizatorio más avanzado”, afirmó el ponente.
Tras su presentación por parte del decano de la Facultad de Derecho, Santiago Bello, y del profesor Leonardo Sanchez, quienes agradecieron al eurodiputado su colaboración en diversas actividades promovidas por la facultad, comenzó su intervención con los antecedentes de la construcción europea y con la explicación de lo que definió como “policrisis” acaecida en 2016.
“El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker afirmó en 2016 que Europa vive una crisis existencial – citó – en un momento que se jugaba su particular shakesperiano “ser o no ser”.
Respecto al primer componente explicó “Europa se vio afectada por una policrisis con 4 elementos fundamentales, una crisis económica y monetaria, que provocó destrucción de empleo; desconfianza en los mercados y enormes disensiones internas, que generaron un enfrentamiento norte-sur; y, en consecuencia, un desafecto a la idea de Europa” .
La incapacidad de la Unión Europea de gestionar la crisis migratoria, con el enfrentamiento entre países del este y oeste fue definida como el segundo problema.
El tercer elemento que puso sobre la mesa fueron las amenazas a la seguridad interior y la falta de coordinación entre cuerpos y fuerzas de seguridad de los diferentes países y la inexistencia una fuerza común capaz de responder a ataques terroristas y de dar consistencia a la política exterior.
Por último, afirmó que “el cuatro elemento de esa gran crisis fue el Brexit, que transmitió la idea de que fuera de Europa se está mejor”.
“Todo esto -recordó- empezó a cambiar en 2017, la economía creció y volvió a generarse empleo, los mercados se estabilizaron, la migración se frenó gracias al acuerdo con Turquía – que calificó como vergonzoso, pero efectivo - , se empezó crear una estructura policial y de seguridad coordinada que frenó los ataques terroristas, pese a que sigue siendo un problema vigente y, por último, desapareció el temor a la emulación del Brexit, al comprobar los problemas a los que se enfrenta el Reino Unido”.
A su juicio, los problemas que esta opción puede generar con Irlanda y Escocia, la división de opiniones entre jóvenes y mayores, entre campo y ciudad respaldan esta afirmación. “Es muy diferente expresar un deseo en un referéndum y otra ratificar las consecuencias de su materialización. El resto de países lo está viendo en la actualidad con el caso británico”, sentenció. Como resumen citó nuevamente a Juncker en 2017 y recordó su frase “Hay viento en nuestras alas”.
Pese a la mejora de la situación, todos estos motivos de la crisis son, en opinión de Jaureguí, los retos que enfrenta Europa. “Debemos establecer medidas de gestión económica y monetaria, crear un sistema defensivo propio que de peso a nuestra acción política”. En cuanto a la migración, afirmó que “es una batalla que estamos perdiendo, no existe un consenso interior a la hora de establecer políticas comunes y por demografía necesitamos esa inmigración – tenemos una población envejecida -, pero de forma ordenada” la propuesta que hizo fue desarrollar el pilar social, el ideal europeo de estado del bienestar, de derechos y libertades, “derechos que no cumplimos pese a estar en la base de la creación de la Unión Europea”.
Finalmente, abordó lo que considera el gran reto de Europa, el rebrote de los nacionalismos. “Ante la crisis, la gente culpa a lo global y cree que puede solucionarlo en lo local, esto es un cáncer en la idea de Europa, que nació para superar estos nacionalismos”. A este respecto se mostró esperanzado, aunque demandó trabajar y continuar construyendo Europa, y citó el ejemplo de Francia, que, pese a la importante presencia del partido de Marie Le Pen, fue Macrón quien ganó las últimas elecciones con un programa europeísta.