Granado defendió el Decreto que regula la protección de los estudiantes en prácticas

Éxito de participación en las XIX Jornadas de Servicios Universitarios de Empleo con 117 inscritos

Ciento diecisiete inscritos de todas las universidades españoles están participando en las XIX Jornadas de Servicios Universitarios de Empleo, que se celebran en el campus de San Amaro de la capital burgalesa, en las que ha intervenido el secretario de Estado de la Seguridad Social en funciones, Octavio Granado.

En su ponencia, Octavio Granado afirmó que un grupo relevante e importante de estudiantes considera que en las prácticas se les obliga a trabajar y abogó porqué sean los servicios de Inspección los que controlen a las empresas.

El secretario de Estado de la Seguridad Social explicó los aspectos más destacados del Real Decreto Ley 28/2018 del Ministerio de Trabajo, que establece una serie de medidas legales de empleo, entre otras, “convalidó una norma que supone que los estudiantes que realizan prácticas tanto curriculares como extracurriculares, aunque no perciban remuneración, deben tener algún tipo de protección social dentro de la condición de asimilados al alta en la seguridad social”.

Granado advirtió que el objetivo planteado con esta determinación es conseguir que los centenares de miles de personas que entran en el mercado de trabajo a través de las prácticas universitarias realizando labores, que lo que supone es que aprenden a trabajar trabajando, lo que se conoce como aprendizaje vicario, “tengan el mismo grado de protección que tienen el resto de los trabajadores”.

“No es asumible –planteó el secretario de Estado- que si hay un accidente de trabajo, un siniestro de cualquier naturaleza, algún tipo de enfermedad profesional o simplemente un acoso o trato vejatorio, al estar excluidos de las estrategias de prevención de riesgos laborales, estos estudiantes no tengan ningún tipo de prevención. En nuestro sistema de protección social, recordó, la protección se consigue cotizando porque nuestro sistema es un sistema contributivo y lo que define la protección es la cotización”.

Un sistema que no es de ahora, se estableció en España en 1900 con la primera ley de responsabilidad y, en ese sentido, argumentó “podemos discutir, y es lo que vamos a hacer con la comunidad educativa, la protección, la forma de la protección, pero no vamos a renunciar a que los estudiantes en prácticas se vean discriminados porque no tengan remuneración porque ellos utilizan herramientas e instrumentos, tienen una jornada laboral, un vestuario, tienen una serie de condiciones de trabajo y, en todas estas condiciones de trabajo, su protección debe ser igual a la del resto de los trabajadores…”.

En su opinión, los estudiantes lo que hacen es valorar las prácticas y, en un porcentaje muy significativo y relevante consideran que en ellas se les obliga a trabajar, “dicen que de facto lo que han hecho ha sido trabajar para las empresas sin obtener remuneración. Algunos se quejan de que ese trabajo ha sido poco interesante y poco formativo y esto sucede porque realmente la comunidad universitaria no tiene ningún control de lo que sucede en las empresas”.

A su juicio, desde la Universidad no se controla lo que están haciendo en las empresas porque los únicos que pueden controlar lo que pasa en las empresas son las autoridades laborales, la inspección de trabajo y seguridad social, y, en ese sentido, –dijo- lo más razonable, es dejar que la autoridad laboral sea la que controle lo que sucede en las empresas”.

En el campus de la Universidad de Burgos se están celebrando estas jornadas incluidas dentro de los actos conmemorativos del 25 aniversario de la creación de la Universidad de Burgos, que cuentan con la colaboración de Universia, Fundación Universia y Santander Universidades. En ellas se analizarán diferentes asuntos relativos  a prácticas, orientación, intermediación laboral, emprendimiento y el Observatorio de Empleo.

El rector ha dado la bienvenido a los congresistas relatando la importancia del edificio en el que se realiza el encuentro y esgrimiendo la importancia que tiene para las universidades españolas la empleabilidad de los universitarios. Se refirió a que los servicios de Empleo como el órgano ideal para canalizar las iniciativas y subrayó el trabajo que viene realizando la Unidad de Empleo de la Universidad de Burgos en pro de la empleabilidad con programas de formación dual, estrategias comunicativas y estímulos al desarrollo curricular del estudiante. En esta labor destacó la importancia del Foro de Empleo de la UBU que este año ha celebrado su décimo octava edición con la participación de 120 empresas.

Nuria Grané, Presidenta del Grupo de Empleo CRUE, por su parte, agradeció a la Universidad de Burgos la organización de esta actividad y a todas las personas que han intervenido en la elaboración del programa puesto que nadie pone en duda que trabajar por la empleabilidad de los egresados es uno de los principales objetivos de las universidades españolas. “Entendemos que la empleabilidad depende totalmente de cómo se lleve a cabo la formación de las personas, de manera que se propicie la adquisición de todas las competencias que demanda el mundo laboral y, con ello, se les ponga en la mejor situación posible para desarrollar una carrera profesional exitosa, y conseguirlo es responsabilidad de la universidad”.

Pero en el paso de estudiante a profesional y en la consecución del empleo influyen factores externos sobre los que a veces es difícil incidir. Las universidades sobre todo afrontan acciones para la mejora de la empleabilidad. Grañé subrayó la importancia de los Observatorios de empleo, que proporcionan una información muy valiosa sobre el mercado laboral a los estudiantes y, para explotar el inmenso potencial de información existente, abogó por trabajar conjuntamente con las instituciones centrales y autonómicas.

Un primer eslabón para mejorar la empleabilidad de los futuros egresados son las prácticas externas que complementan la formación específica de los estudiantes y el desarrollo de competencias transversales “tan importantes para la empleabilidad”.

Tanto la CRUE como los servicios de empleo trabajan en la mejora continua de las prácticas, formación de tutores académicos y de empresa, ajustes del programa formativo de las prácticas al perfil de las titulaciones, incremento de las prácticas en el extranjero, programas duales etc. “Aunque a veces el ruido provocado por la introducción de  una nueva legislación nos obliga a cambiar el rumbo y el énfasis en nuestra propuesta de trabajo”, justificó refiriéndose sin citarlo al Real Decreto aprobado por el Gobierno.

Grañé aclaró las actuaciones para la mejora de la empleabilidad a través de los programas de orientación al empleo, que permite dar a conocer las posibles salidas profesionales adecuadas a cada perfil, cómo ser capaces de elaborar un plan de búsqueda de empleo y encontrar las ofertas de trabajo adecuadas y saber cómo enfrenarse a un proceso de selección de personal, contar con espacios de intercambio con directores de empresas y recibir mentorización por parte de los profesionales.

También se refirió a la necesidad de contar con potentes portales de empleo que muestren los perfiles profesionales de los titulados, que faciliten la selección a las empresas; y, por último, abogó por apoyar las competencias emprendedoras y la necesidad de estimular la vocación emprendedora.

De todos estos asuntos han hablado y hablarán en estas jornadas especialistas de los servicios de empleo de las universidades y el grupo de trabajo de la sectorial CRUE-Asuntos Estudiantiles. Pero además Alberto Recas, CTO de Empleo de Universia, expuso cómo está avanzando el sector tecnológico en relación al empleo y la Universidad y cómo podemos aprovechar técnicas de big data y del análisis de grandes cantidades de información para mejorar los procesos de selección y ayuda a las universidades en los procesos de cambio en el que estamos involucrados.

Recas concluyó: “sin ninguna duda, los datos son fundamentales para el desarrollo de los servicios de empleo de las universidades”.