El Centro de Investigación Internacional en Materias Primas Críticas para Tecnologías Industriales Avanzadas (ICCRAM), de la Universidad de Burgos, ha captado dos nuevos proyectos europeos, tras cerrar 2021 como el mejor año de su historia. El centro ha multiplicado por tres la captación de fondos comunitarios a través de trabajos punteros de investigación.
Uno de los últimos proyectos, financiados por el nuevo Programa Marco de Investigación e Innovación de la UE «Horizonte Europa», para los años 2021 a 2027, es el proyecto FreeMe, orientado a potenciar la resiliencia y eficiencia de la industria a través de nuevos materiales seguros y sostenibles. Está dotado con un presupuesto de 5 millones de euros, repartidos entre 14 centros. ICCRAM, por su parte, asume la parte del diseño seguro y sostenible de recubrimientos metálicos y superficies de ingeniería.
Por otro lado, el proyecto Biosysmo está dotado también con unos 5,3 millones de euros y permitirá a ICCRAM seguir trabajando en la descontaminación de suelos y aguas. Participará activamente como socio principal, liderando la investigación y el desarrollo de tecnologías innovadoras de biorremediación y fitorremediación.
De esta manera, el instituto de materiales asociado a la Universidad de Burgos se consolida como un referente en técnicas de seguridad y sostenibilidad a nivel internacional. Hasta ahora, los proyectos se asignaban dentro del programa europeo H2020.
ICCRAM en cifras
En 2021, ICCRAM obtuvo los proyectos Diagonal, Biomac y MeBattery que, junto a Freeme y Biosysmo, hacen que ICCRAM esté en su mejor momento en términos de financiación. Estos proyectos atraen una media de 500.000 euros cada uno y se suman a los trabajos ya activos, que elevan su participación a un total de 13 proyectos internacionales.
ICCRAM ha conseguido un total de 7 millones de euros en toda su andadura, 4,6 millones en los últimos 4 ejercicios. Por años concretos, la financiación ha pasado de contar con unos 657.000 euros en 2020, correspondientes a ocho proyectos, a contar con 2,17 millones de euros en 2021.
Además, en comparación con 2019, antes de la pandemia, el monto sumaba 339.000, lo que significa que los proyectos captados en 2021 son todavía mayores que los conseguidos antes del comienzo de la crisis sanitaria provocada por la COVID-19. El 85% de los fondos viene de Europa y, el resto, de programas nacionales, regionales o de otros grupos de investigación.
Por otro lado, el tamaño de los proyectos no es lo único que ha aumentado en estos últimos años. ICCRAM ha visto crecer progresivamente su plantilla desde su creación en 2015, de seis personas a 26, entre las que se incluyen investigadores, estudiantes de doctorado o posdoctorado, técnicos y becarios. Con ello, la Universidad de Burgos ha conseguido tejer una red interna de colaboración y posicionarse dentro de la excelencia científica, lo que significa que es un foco de atracción de talento, tanto nacional como internacional.
En todos los proyectos de ICCRAM trabajan bajo sinergias sus tres grupos de investigación, posicionándose en Europa dentro de líneas estratégicas como el diseño sostenible y seguro de nuevos materiales, las baterías y el almacenamiento de energía; y la protección del suelo y contaminación cero.
Proyectos 2021
El proyecto Diagonal es uno de los más importantes porque ICCRAM asume la dirección del mismo. El hecho de coordinar un proyecto sitúa al instituto como un referente en su área.
Diagonal tiene una asignación europea global de 6 millones de euros entre 21 colaboradores internacionales y está dirigido por el investigador Juan Antonio Tamayo, responsable de la línea de toxicología. La finalidad de este trabajo es determinar las características de los materiales y su potencial tóxico para aplicaciones industriales, con el objetivo de conocer si son seguros y dar herramientas para su diseño.
Biomac es otro de los proyectos obtenidos el año pasado que le hace formar parte de la comunidad europea de bionanomateriales sostenibles. Tiene un presupuesto global de 16,5 millones de euros entre 34 socios internacionales.
Nefertiti es el último otorgado dentro del programa H2020 y empezó en 2021 con el objetivo de diseñar materiales innovadores para la conversión de CO2 en nuevas fuentes de energía. Para ello, el grupo de Diseño y modelización de materiales de ICCRAM, dirigido por el investigador Santiago Aparicio, realiza modelización teórica para analizar y diseñar distintos materiales a través de técnicas de supercomputación. Este proyecto cuenta con 4.5 millones de euros y 10 socios de Europa, China y Estados Unidos.
Por otro lado, ICCRAM también asume el papel de coordinador en MeBattery, el primer proyecto captado en el marco del nuevo programa Horizonte Europa (2021-2027). Corresponde a la línea de investigación Procesos Electroquímicos y Almacenamiento de energía, donde el investigador Edgar Ventosa intentará avanzar en el desarrollo de una nueva generación de baterías, con un presupuesto global de 2,5 millones de euros, de los que la Universidad de Burgos recibirá 544.000 para su explotación.
Otros proyectos relevantes
Por otro lado, ICCRAM lidera el proyecto Greener, que tiene una financiación global de unos 5 millones de euros y cuenta con la participación de 19 instituciones de todo el mundo, llegando hasta China. Este proyecto, que comenzó en 2019, está enfocado en el desarrollo de tecnologías para la eliminación de contaminantes en suelos y en aguas. La investigadora principal es Rocío Barros, responsable del grupo matriz de ICCRAM y de la línea de biotecnología ambiental, quien enfoca el trabajo en desarrollar tecnologías innovadoras, de bajo coste, ecológicas y eficientes para recuperar áreas contaminadas. El presupuesto de la UBU para esta iniciativa es de medio millón de euros y tiene una duración de cuatro años.
Asimismo, Icarus-Inas es un proyecto que terminó en diciembre de 2021 y sobre el que la Universidad de Burgos, bajo el liderazgo de la investigadora Sonia Martel, ha tenido la exclusividad de desarrollo y explotación. El objetivo final ha sido ofrecer a la industria un análisis que integra la evaluación de ciclo de vida con el de la toxicidad de los materiales, a través de una herramienta innovadora.
Estas evaluaciones de sostenibilidad se aplican también en otros proyectos como LightMe, que, asignado en 2019 es uno de los más grandes, con 24 socios y casi 13 millones de euros de financiación. En él se trabaja para garantizar la sostenibilidad ambiental y económica de diferentes procesos de fabricación industriales, en concreto en el sector aeroespacial y de la automoción.