El equipo de investigación internacional liderado por investigadores del Instituto Pirenaico de Ecología-CSIC, en el que participa el investigador de la Universidad de Burgos, Eneko Iriarte, y otros miembros de la Universidad del País Vasco, Universidad de Barcelona, Universidad de Xi´an, Universidad de Innsbruck y la Universidad de Minnesota, ha publicado un nuevo artículo en la revista Geology (revista nº 1 en el ranking de Ciencias de la Tierra/Geología), que descubre y caracteriza el impacto que tuvieron, en el clima del norte peninsular, los cambios climáticos que llevaron a la fusión del casquete polar durante la última deglaciación hace entre 18.500 y 10.500 años.
El estudio presenta un registro de isótopos de oxígeno de tres estalagmitas de la cueva de Ostolo (Arantza, Nafarroa, Pirineos occidentales) que cubren el grueso de la última deglaciación. Este nuevo registro brinda la oportunidad de examinar la respuesta climática en el sur de Europa a los rápidos cambios de la circulación de las corrientes oceánicas a una muy alta resolución. El estudio muestra que los cambios climáticos a escala centenaria durante la última deglaciación registrados por las estalagmitas de Ostolo, fechadas con una precisión óptima, fueron idénticos a los del patrón registrado por los sondeos de hielo de altas latitudes del hemisferio norte.
Durante la última deglaciación se desencadenaron importantes cambios en la circulación del Atlántico Norte que influyeron en el curso de distintos procesos de retroalimentación climática durante la denominada Terminación I, sugiriendo una respuesta casi sincrónica en el sistema océano-atmósfera.
En este trabajo se presenta un registro isotópico con un marco cronológico muy robusto que cubre, de manera continua, la última deglaciación y ofrece información clave sobre los procesos, la estructura y consecuencias de la última deglaciación en este hemisferio. Además, este nuevo registro paleoclimático permite datar mejor e incluye una clara señal de los intensos eventos de enfriamiento acaecidos durante esta última deglaciación, entre otros, el denominado Younger Dryas o el Evento Heinrich 1, asociados con las interrupciones en la circulación profunda del Atlántico norte durante estas épocas especialmente frías y la formación de grandes “armadas” de icebergs que se propagaron a lo largo del Atlántico, y que supusieron variaciones de la temperatura anual en el Margen Cantábrico de hasta 4º C.
La investigación de la cueva de Ostolo por primera vez brinda una oportunidad única para datar con precisión las rápidas oscilaciones climáticas a escala milenaria de la última deglaciación en el sur de Europa y refleja que fueron las variaciones de la temperatura del aire las que controlaron esta variabilidad isotópica.
Para realizar este estudio se han utilizado los equipamientos del Laboratorio de Isótopos Estables IsoTOPIK-PCT de la Universidad de Burgos en el análisis isotópicos de los registros estalagmíticos creado recientemente del que es responsable científico el profesor Eneko Iriarte de la Universidad de Burgos.