Son doce investigadores e investigadoras de amplia experiencia. Cada uno de ellos designada por una institución de carácter científico y tecnológico. Conforman el Consejo Asesor de la denominada Oficina C y tienen como misión asesorar a los miembros del Congreso de los Diputados. José Miguel García Pérez, vicerrector de Investigación, Transferencia e Innovación de la UBU, es, desde este año, una de esos doce expertos.
García Pérez ha sido nombrado integrante del Consejo Asesor de la Oficina de Ciencia y Tecnología del Congreso de los Diputados (Oficina C) a instancias de Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), convirtiéndose así en el representante para el Congreso del conjunto de las universidades españolas en esta labor.
“Para la Universidad de Burgos y también personalmente es un honor poder integrar el Consejo Asesor de la Oficina C como representante de CRUE para llevar a cabo una labor tan interesante e importante como es la de trasladar a los miembros del poder legislativo la posición de la comunidad científica sobre temas de interés general, desde el rigor, la independencia y la imparcialidad”, afirma el vicerrector burgalés.
Además de CRUE, las instituciones representadas en esta oficina, creada a finales de 2002 y cuyo objetivo es contribuir a que las diputadas y diputados españoles realicen su toma de decisiones basándose en el conocimiento científico, son la Agencia Estatal de Investigación, la Asociación Ciencia en el Parlamento, la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España, el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas, el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial, la Confederación de Sociedades Científicas de España, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, el Instituto de Astrofísica de Canarias, el instituto de Salud Carlos III, el Instituto de España (conformado por las Reales Academias) y la Red de Centros de Excelencia Severo Ochoa y María de Maeztu.
La función primordial de los doce integrantes del Consejo Asesor de la Oficina C pasa por la propuesta de temas de posible interés parlamentario en el ámbito de la ciencia y la tecnología, que son presentados a la Mesa de la Cámara del Congreso, quien selecciona aquellos, objeto de realización de los denominados Informes C. Todo ello con el objetivo de ofrecer a sus señorías la evidencia científica sobre temas de interés y facilitar el diálogo entre la comunidad científica y los diputados y diputadas, plasmada en documentos de breve extensión que recogen las pruebas científicas y tecnológicas disponibles y sus implicaciones en el tema analizado, conocidos como Informes C, disponibles para todos los miembros de la Cámara Baja, así como para el conjunto de la sociedad, a través de la web de este organismo.
En enero, la Oficina C ha enviado a la Mesa del Congreso los informes encargados por ésta en 2023, relativos al envejecimiento y bienestar; la calidad del aire: avances y mejores prácticas; avances en neurociencia: aplicaciones de implicaciones éticas; incendios forestales y restauración de zonas quemadas; avances en enfermedades neurodegenerativas y desinformación en la era digital.
En informes previos, la Oficina C ha trasladado a los congresistas españoles documentos relativos al uso del hidrógeno verde como combustible; sobre ciberseguridad; inteligencia artificial y salud y avances en el tratamiento del cáncer.