Desde una perspectiva jurídica, la Coordinadora del Centro de Cooperación y Acción Solidaria de la UBU, Esther Gómez Campelo, cuestionó el acuerdo bilateral de Cooperación España-Marruecos respecto a la readmisión de menores marroquíes no acompañados, en el I Coloquio Internacional “Cooperación al desarrollo en el norte de Marruecos” celebrado en Tetuán, en el que ha participó como ponente.
Durante este encuentro existió consenso acerca de la importancia en la formación de formadores y dar orientación psico-pedagógica a las comunidades educativas que trabajan con menores con especiales dificultades (p. ej. los niños con grave sordera del Colegio Effetah, de Tánger) y se debatió la exigencia de proteger a la infancia en hogares de acogida, domicilios particulares de voluntarios, ludotecas, asociaciones privadas… Al mismo tiempo que se valoró la implicación de la sociedad civil en Proyectos carentes de cualquier tipo de subvención o ayuda pública o privada y la necesidad de concienciar a la ciudadanía como fase previa de un proceso pluridireccional que, bajo el ámbito de la Cooperación al Desarrollo, ponga límites a una sociedad machista y adultocéntrica que dificulta el verdadero valor de la pedagogía social. La metodología tradicional frente a la más actualizada metodología basada en proyectos permite cubrir necesidades respetando derechos. Ese – afirma Gómez Campelo- ha de ser el objetivo ante la infancia vulnerable, la formación integral y la integración social, a través de una red en la que se impliquen asociaciones, ciudadanos, profesionales e instituciones. En su opinión, esta es una labor de todos.
Esta profesora de la Universidad de Burgos es miembro investigador del Proyecto NO PUNISH–A validated multi-dimensional tool to facilitate the transfer of good practices across EU on elimination of corporal punishment, financiado por el programa de la Unión Europea Justice Programme–JUST/2015/RDAP/AG/CORP, y presentó una ponencia en el desarrollo de esta reunión internacional.
La región Tánger-Tetuán muestra en los últimos años un importante dinamismo económico que exige ponerse al servicio de la cooperación Norte-Sur dentro de su propio territorio. Las diferentes intervenciones de los ponentes, llegados de todo el mundo, pusieron de relieve la preocupación global por la infancia y la necesidad de su protección.
Protagonismo: la infancia
Sin duda, la infancia fue la gran protagonista de este Coloquio Internacional.
El objetivo general del Proyecto NO PUNISH es facilitar la transferencia de buenas prácticas entre los países a través de una herramienta de autoevaluación multidimensional y medidas específicas para mejorar la capacidad de los sistemas de protección de la infancia. Específicamente, aspira a mejorar los conocimientos sobre la eliminación de los malos tratos en los niños y evaluar los requisitos necesarios para una implementación exitosa de una buena práctica en un contexto diferente en diferentes dimensiones (legal, educación, variables relacionadas con el contexto social, etc.). Dentro de los objetivos del Proyecto también se encuentra el fomento del intercambio de buenas prácticas entre profesionales adoptando prácticas innovadoras, aspectos ambos que han sido analizados a lo largo del Coloquio marroquí.
De este modo, se expusieron y analizaron diferentes modelos para la alfabetización infantil, la articulación de sus tiempos de ocio, culturales y recreativos, así como cuestiones más espinosas y de difícil tratamiento, como la intervención con adolescentes en situación de riesgo, su inserción en el mundo laboral, la prevención contra la explotación sexual, o cómo llevar a cabo una intervención adecuada con los menores subsaharianos que saltan la valla de Ceuta y carecen de apoyo o protección familiar.
No solo se abordó la perspectiva de la infancia, sino también de las mujeres, siempre bajo el enfoque tuitivo y reivindicativo de los colectivos más. La dinamización del papel de la mujer a través del asociacionismo dio claves para dignificar el papel de la mujer en la familia y en la sociedad, rompiendo tabúes y luchando por un mayor respeto y consideración personal, familiar y social. El enfoque de género también se abordó en perspectiva económica, reclamando igualdad en el marco laboral y retributivo. Fueron numerosas las ponencias no presenciales que abordaron la vulnerabilidad de las mujeres, sobre todo cuando su nivel económico y su extracción social es más bajo.