“Vivimos en una sociedad absolutamente digital de la que cada día dependemos más y que ha cambiado para siempre nuestra manera de trabajar, de aprender, de consumir, de comunicarnos e incluso de relacionarnos con nuestros seres queridos”. Bajo esta premisa inicial, la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas Brugal, ha presentado en el Aula Magna de la Universidad de Burgos la Carta de Derechos Digitales impulsada por el Gobierno de España que, en palabras de Artigas, se configura como un “proyecto fundamental para nuestro futuro como sociedad”.
La sociedad digital, cuya presencia y relevancia ha puesto aún más de manifiesto la pandemia, “ha generado un escenario nuevo, sin precedentes y una nueva forma de entender el mundo a través del prisma de lo digital. Y este nuevo paradigma tiene grandes implicaciones a nivel económico, a nivel laboral y también social. Cambia incluso la geopolítica, ya que los grandes poderes ya no son los estados, sino grandes empresas, que deciden más sobre la vida de los ciudadanos que los propios estados”.
En el transcurso de una ponencia-coloquio con profesores, alumnos y miembros del equipo de gobierno de la Universidad de Burgos, la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital defendió la idea de que el futuro al que conduce la sociedad digital no debe ser distópico y que es “ahora es el momento clave para decidir qué futuro queremos”.
Estamos ante la oportunidad, afirmó Artigas, de llevar a cabo un pacto intergeneracional que resuelva dos cuestiones básicas: “el cambio climático y los derechos asociados a la tecnología. Si no lo hacemos nosotros, las siguientes generaciones no estarán a tiempo de resolverlo. Si no resolvemos los problemas de sostenibilidad y de economía circular no va a haber planeta B. Si no resolvemos los conflictos éticos asociados al cambio tecnológico, no va a haber segunda vuelta”.
Bajo este esquema surge la Carta de Derechos Digitales que busca cómo reinterpretar los derechos fundamentales dentro de este nuevo entorno digital, marcado por el poder de los algoritmos en los que se basa la inteligencia artificial, en un contexto en el que surge la reclamación de nuevos derechos que, en un breve plazo temporal, pueden verse comprometidos con el desarrollo tecnológico, como los denominados neuroderechos, aquellos asociados a las neurotecnologías no invasivas.
A este aspecto, al de la reclamación de algoritmos transparentes y no discriminatorios, a la regulación de los derechos de autor y copyright en una sociedad global, entre otros, son los que aborda esta Carta de Derechos Digitales que pretende ser "un marco de referencia para la acción de todos los poderes públicos que, siendo compartido por todos, permita navegar el entorno digital aprovechando y desarrollando todas sus potencialidades y oportunidades, pretendiendo servir de guía para futuros proyectos legislativos y desarrollar políticas más justas que nos protejan a todos".
La Carta incluye seis categorías principales de derechos, que abarcan todos los ámbitos de incertidumbre y riesgo: derechos de libertad; derechos de igualdad; derechos de participación y de conformación del espacio público; derechos del entorno laboral y empresarial; derechos digitales en entornos específicos y derechos de garantías y eficacias.