Una nueva jornada de “Cerveza con Ciencia” tuvo lugar el pasado jueves 22 de abril con la presencia de la bióloga molecular y directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) María Blasco. Bajo el título “El origen de las enfermedades”, la charla giró sobre las causas que dan lugar a muchas de las afecciones que tenemos, teniendo como punto en común en la mayoría de los casos el proceso de envejecimiento de nuestro organismo.
Blasco indicó que la única manera de prevenir y curar las enfermedades infecciosas es conocer su origen o el agente infeccioso que las provoca. Sin embargo, la mayor parte de las enfermedades que pueden matar en la actualidad, como la diabetes, la fibrosis o el cáncer, no están producidas por virus o bacterias. En este caso, el origen común se encuentra en el proceso de envejecimiento molecular y, por tanto, como afirmó la investigadora, la única manera de prevenirlas o curarlas es conocer el origen molecular del envejecimiento de nuestras células. “Es un problema biológico fascinante entender qué hay en este origen a nivel molecular”, recalcó, añadiendo que también es un problema socioeconómico importante, ya que en el año 2050 un tercio de la población, en este caso española, tendrá más de 65 años. “Lo que está ocurriendo ya y esperamos que ocurra es que la cantidad de personas que tengan estas patologías va a ir aumentando”.
En este sentido, Blasco incidió en que el origen molecular de estas enfermedades puede ser genético. Aun así, la velocidad a la que envejece el organismo difiere y en consecuencia el riesgo a desarrollar estas enfermedades es más alto en unas personas que en otras. Por eso, si se conociesen estas causas se podrían desarrollar biomarcadores que identifiquen a estas personas que tienen mayor riesgo, para identificar estas patologías de manera prematura, incluso antes de que aparezcan. “Como con la COVID-19, si sabemos cuáles son las causas, en teoría podemos desarrollar tratamientos que sean capaces de retrasar no una patología, sino muchas”.
La bióloga molecular destacó que hasta ahora se pensaba que este tipo de patologías no tenían nada que ver unas con otras, y se estaban estudiando por separado. Pero ahora se cree que el origen común es el envejecimiento de las células y es ahí donde hay que mirar para frenarlas.
Blasco explicó que algunas de las causas que se han averiguado en los últimos años acerca de las causas que producen este envejecimiento, se encuentran en la erosión de los telómeros. Éstos son unas estructuras que se encuentran al final de los cromosomas. Son esenciales para la vida y tienen una función de protección. Si se desgastan, nuestros órganos no se pueden regenerar tan rápido y así aparecen las enfermedades. “Si medimos los telómeros se ve que son cada vez más cortos conforme aumenta la edad y pensamos que cuando son muy cortos esto desencadena las distintas patologías”.
Por otro lado, hay personas que tienen los telómeros mucho más cortos de lo normal debido a las alteraciones de la enzima telomerasa, “una especie de máquina que es capaz de alargar los telómeros”.
Así, Blasco y su equipo intentan desarrollar tratamientos que funcionen para tratar enfermedades que a día de hoy no tienen tratamiento. Para ello, han realizado experimentos con ratones a los que les alargaban los telómeros. “Queríamos ves si éramos capaces de aumentar la longevidad y retrasar las enfermedades, y los que tenían los telómeros más largos de lo normal, viven un 40 % más”. Además, han desarrollado una estrategia que permite activar la enzima telomerasa cuando se necesite. “Con este trabajo demostramos que estas patologías tenían su origen en los telómeros cortos, porque si conseguíamos alargarlos podíamos retrasar las patologías”.
La investigadora expuso que el caso del cáncer es un ejemplo de que la telomerasa tiene esa capacidad de conceder vida extra a las células, y también están desarrollando fármacos que destruyan directamente los telómeros sin esperar a que se acorten. “Destruirlos para quitarles esa inmortalidad a las células”.
Para la covid-19 proponen un posible tratamiento, que todavía están desarrollando, para pacientes con secuelas de fibrosis pulmonar o renal, por ejemplo. Su hipótesis es que las personas mayores, al tener los telómeros más cortos, impide que las células que infecta se regeneren, y ese pulmón desarrolla fibrosis. Si, todo va bien, los ensayos clínicos con telomerasa para tratar el primer paciente pueden comenzar dentro de dos años.
Como conclusión la investigadora reflejó que su intención es estudiar el envejecimiento para conocer su causa, “no para ser inmortales, sino para curar enfermedades incurables”.
Cerveza con ciencia es una actividad organizada por la Unidad de Cultura Científica e Innovación de la Universidad de Burgos y San Miguel con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología - Ministerio de Ciencia e Innovación.