El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, animó a las universidades de Castilla y León a hacer uso de su capacidad de investigación y de desarrollo científico y tecnológico en una reunión previa al acto de apertura del curso académico 2020-2021 de las universidades de Castilla y León celebrado en el Aula Magna de la Universidad de Burgos. Fernández Mañueco pidió a las universidades que hagan uso de su capacidad de investigación en un momento en el que estas instituciones tienen mucho que aportar en la era de la digitalización y la transición ecológica.
Acompañado del rector de la Universidad de Burgos, Manuel Pérez Mateos, Fernández Mañueco inauguró el curso académico con restricción del aforo para evitar y minimizar el riesgo de contagio por COVID y medidas de seguridad y prevención ante la actual pandemia.
El rector de la Universidad de Burgos quiso transmitir un mensaje de confianza a la comunidad universitaria y a la sociedad en general y subrayó la colaboración que ha existido entre las cuatro universidades públicas de la región y la Consejería de Educación durante la pandemia para conseguir el adecuado equilibrio entre niveles óptimos de seguridad y protección garantizando al estudiantado sus derechos a recibir una docencia de calidad y preservando la vida y esencias universitarias.
Pero el rector, en su intervención, incidió sobre todo en la petición al presidente de la Junta de una mayor financiación a las universidades. “Una financiación universitaria plurianual, estable y sostenida en el tiempo; plantillas reforzadas y rejuvenecidas; eliminación de la tasa de reposición, un programa de digitalización que refuerce nuestras capacidades y un plan de becas y ayudas al estudio y contra la brecha digital”.
Justificó esta petición en que la financiación de las universidades “desde 2012 ha sufrido un retroceso cuantitativo de 10 años y cualitativo de 20. Que no se asigna en función del rendimiento y desempeño institucional y que no varía con los resultados ni con su calidad. Que se sigue fijando en función del número de alumnos y no del coste de los servicios y que es claramente insuficiente en la era de la cuarta revolución industrial, que impide la autonomía en la gestión de los recursos y que no está objetivada ni sujeta a evaluación operativa, salvo por las auditorías de regularidad contable”.
Por este motivo, instó al presidente a que haga lo posible para que no se repita la experiencia de crisis anteriores en las que la investigación y la educación superior quedaron relegadas en contraste con los que sucedía en la mayor parte de países desarrollados. “Como bien sabes, argumentó, las universidades y la I+D+i son el mejor instrumento para superar las crisis. Y mucho más para una crisis sanitaria y económica como la que nos sacude”.
En el acto Pérez Mateos dio las condolencias a las personas que han sufrido el azote de la pandemia y quiso reconocer la labor de los profesionales sanitarios por su servicio a la ciudadanía y a los estudiantes, profesores y personal de administración y servicios por su respuesta. “Las universidades nos hemos volcado con la sociedad a la que servimos para minimizar en lo posible el impacto de la pandemia, manteniendo la actividad y los estándares de calidad gracias a un ejercicio de responsabilidad realmente extraordinario”.
Se refirió también a los planes de docencia, acondicionamiento de espacios, equipados tecnológicamente para garantizar la seguridad y calidad de la docencia y la formación del profesorado en el uso de metodologías docentes telemáticas. Adaptaciones que, lógicamente, requieren un esfuerzo financiero extraordinario. Esfuerzo que no podremos asumir sin la ayuda ya comprometida de los gobiernos regional y nacional.
Sin duda esgrimió ha comenzado el curso más difícil y complicado de la historia de la Universidad con muchos retos. Las cuatro universidades públicas de la región están adoptando medidas comunes para conseguir el equilibrio entre niveles óptimos de seguridad y protección y garantizar al estudiantado sus derechos a recibir una docencia de calidad y preservar la vida y esencias universitarias.
Un curso que arranca, según indicó el presidente de la comunidad, con cerca de 26.000 estudiantes admitidos en sus aulas, lo que supone un crecimiento del 9,3% con respecto al curso anterior. Castilla y León es, después de Madrid, la Comunidad en la que mayor número de jóvenes de entre 18 y 24 años cursan estudios universitarios, lo que demuestra el papel que juega el sistema universitario en la retención de población y la captación de talento y la lucha contra la despoblación.
Pérez Mateos alabó la calidad del sistema universitario de Castilla y León y su internacionalización recordando la inclusión de las cuatro universidades entre las mil mejores del mundo en el World University Rankings 2020, entre las 300 mejores del mundo según el THE Impact Ranking respecto al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre las 26 mejores españolas según el BBVA o la inclusión en el World Young University Ranking de las Universidades de Burgos y León entre las mejores 300 universidades del mundo con menos de 50 años y subrayó el reconocimiento de los resultados en los proyectos con Georgia, Marruecos, Rusia, Bolivia y Argelia, los campus europeos o los programas K-107.
Finalizó su intervención dirigiéndose a la esencia de la institución universitaria de los estudiantes y jóvenes investigadores. “No olvidéis nunca que la universidad ejerce el trascendente servicio público de educación superior imprescindible para mejorar la sociedad en base al conocimiento. Seréis siempre recordados como la generación COVID, una generación fuerte y resiliente, que se enfrentó a los cursos más complicados de la historia y que los superó con el vigor y el carácter de quien desea aprender y mejorar… con verdadero espíritu universitario”.
El presidente de la Junta, por su parte, animó a las universidades a aprovechar su capacidad de investigación y desarrollo científico y tecnológico a la hora de gestar proyectos que puedan beneficiarse del Fondo de Recuperación Europeo
Fernández Mañueco valoró el esfuerzo de adaptación realizado por las universidades para iniciar el curso y pidió a los estudiantes precaución dentro y fuera de los campus
La Junta de Castilla y León seguirá solicitando al Gobierno de España financiación específica para atender los numerosos gastos derivados de la COVID en el Sistema Universitario. Entre los retos de este curso, señaló la necesidad de reforzar la capacidad tecnológica de los campus virtuales e intensificar la formación de los docentes en metodologías no presenciales
También anunció que se adaptará el sistema propio de becas, reforzando el apoyo a los estudiantes en situación de vulnerabilidad, a través de bolsas de ayudas específicas 'COVID19' gestionadas por las universidades y apostó por acordar un nuevo Mapa de Titulaciones que deberá atender las necesidades que ha puesto de relieve la pandemia, como es la de incorporar a los sistemas públicos más personal sanitario, investigador y docente
Tras agradecer el ingente esfuerzo de adaptación a la situación generada por la pandemia que han realizado todos los campus, y que ha estado coordinado con las autoridades sanitarias y las administraciones educativas, el presidente de la Junta también hizo un llamamiento a los propios estudiantes, a los que ha pedido precaución dentro y fuera de las aulas.
Entre las novedades de este curso, ha señalado el reforzamiento de las capacidades tecnológicas, que ha destacado como una de las señas de identidad de la Universidad de Burgos. Para este curso, el reto es reforzar la capacidad tecnológica de los campus virtuales que ofrecen soporte a la Comunidad Universitaria e intensificar la formación de los docentes en metodologías no presenciales. En concreto, a través de un programa de formación conjunto para las cuatro Universidades Públicas que ya ha comenzado en estos últimos meses.
Fernández Mañueco anunció que en materia de becas, y con el objetivo de seguir por encima de la media nacional en esta materia, se va a adaptar el sistema propio de becas a los nuevos condicionantes, reforzando el apoyo a los estudiantes en situación de vulnerabilidad, a través de bolsas de ayudas específicas 'COVID19' gestionadas por las Universidades.
En relación con las tasas, recordó que el curso pasado se procedió a reducirlas más de un 20% y que este curso se han congelado.
Además, la oferta de títulos para este curso se amplía en Castilla y León con nuevos grados, másteres y doctorados, como es el doctorado en Ciencias de la Salud que estrena la Universidad de Burgos, afianzando su apuesta estratégica por esta rama del saber. En este punto, Fernández Mañueco ha recordado la necesidad de acordar un nuevo Mapa de Titulaciones que deberá atender las necesidades inaplazables que ha puesto de relieve la pandemia, como es la de incorporar a los sistemas públicos de Castilla y León más personal sanitario, investigador y docente.
El presidente de la Junta se ha referido también a la necesidad de contar con recursos económicos suficientes para que las universidades puedan hacer frente a todos sus retos, para lo que se requiere también una actuación decidida del Estado. En concreto, ha recordado que hay que dar respuesta al problema de la reposición del profesorado, en el actual contexto de envejecimiento en las plantillas.
Asimismo, afirmó que la Junta de Castilla y León seguirá solicitando al Gobierno de España financiación específica para atender los numerosos gastos derivados de la COVID en el Sistema Universitario.
Por último, Fernández Mañueco explicó que otra de las necesidades que ha puesto de relieve esta pandemia es el refuerzo de la investigación. Así, ha recordado que durante el estado de alarma la Junta de Castilla y León ha puesto en marcha una convocatoria extraordinaria dotada con 2,4 millones de euros. También se han dedicado importantes recursos para que cada vez más personas puedan construir su carrera investigadora en Castilla y León y en breve se publicará la resolución de las ayudas a proyectos de investigación, por un importe superior a los 20 millones de euros. Según ha destacado, esta actuación va a servir para incorporar en torno a 130 nuevos investigadores postdoctorales a laboratorios y facultades de la Comunidad.
Apuntó la incorporación de 75 nuevos investigadores predoctorales y de 120 técnicos de apoyo a la investigación. El presidente aseguró que en esta legislatura se va a impulsar una nueva Ley de Ciencia, en la que las universidades tendrán un papel destacado e insistió en que para paliar las consecuencias económicas de la pandemia es necesaria más colaboración entre el mundo académico y empresarial, reforzar el sistema de colaboración Universidad-empresa, así como el de promoción del emprendimiento.
La apertura oficial del curso comenzó con la lectura de la memoria del curso 2019-2020 a cargo del secretario general de la UBU, Miguel Ángel Iglesias Río. A continuación el profesor del Área de Conocimiento Didáctica de las Ciencias Sociales Dr. Delfín Ortega Sánchez, pronunció la lección inaugural Problemas sociales, identidades excluidas y género en la enseñanza de la Historia
El profesor Delfín Ortega, en su lección inaugural, señaló que la enseñanza de problemas sociales, de cuestiones socialmente vivas o de temas controvertidos constituye una de las herramientas más poderosas para la promoción de la ciudadanía activa, el desarrollo y adquisición de habilidades de pensamiento crítico-reflexivo, y la educación para una ciudadanía democrática, global e inclusiva. La literatura científica ha evidenciado, sin embargo, las complejidades, riesgos e interferencias de las reacciones emocionales en el aprendizaje de temas históricos o sociales sensibles, delicados, controvertidos o polémicos.
Desde esta perspectiva, la formación del profesorado de historia y de otras ciencias sociales habría de considerar la lectura crítica del relato histórico-social como una de las competencias profesionales esenciales en el entendimiento de los entornos actuales, cada vez más globales, diversos y problemáticos. En este sentido, la utilización de recursos de literacidad crítica ofrece al alumnado las herramientas necesarias para aprender a pensar críticamente, e identificar en los discursos las presencias, ausencias e invisibilidades sociales, los mecanismos constructivos de identidades plurales, entre ellas, las de género, y las perspectivas con capacidad para influir en su pensamiento y acciones sociales.