La comunidad universitaria ha respondido a la llamada de la Universidad y, a lo largo de la jornada, un goteo continuo de miembros de la comunidad universitaria, alumnos, profesores y PAS, ha participado en el segundo cribado para detectar positivos de covid tanto en la Escuela Politécnica Superior de la Avenida de Cantabria (Sala de Estudio) como en el Polideportivo Universitario del campus de San Amaro.
La Universidad de Burgos y la Gerencia de Atención Primaria del Sacyl han organizado esta prueba masiva con el propósito de iniciar el segundo semestre de forma segura.
La vicerrectora de Campus y Sostenibilidad, Amparo Bernal, afirmó que, ante la pandemia, el objetivo del cribado era empezar el segundo semestre sin contagios, con las mejores condiciones de seguridad y con las medidas de prevención necesarias.
Bernal recordó que, desde el anterior cribado, los alumnos han realizado exámenes han ido a sus casas, han incrementado sus contactos y vuelven a la vida universitaria” por lo que, a su juicio, “el cribado es una buena medida para detectar posibles asintomáticos de cara al inicio de curso”.
Todos los centros han facilitado a los alumnos la asistencia a las pruebas rápidas de detección de covid y la medida ha sido acogida de una forma muy positiva.
El profesor David Blanco, por su parte, calificó la medida de “correcta y oportuna” para evitar posibles contagios.
Este docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales dijo estar de acuerdo con las medidas preventivas. “Al comenzar el primer semestre dábamos por descontado que no iba a durar mucho la presencialidad en la Universidad y, sin embargo, se ha conseguido cerrar el trimestre con casos aislados y no se han tenido que lamentar peores situaciones. Los protocolos han funcionado”.