Y para salir adelante es necesaria la internacionalización, para atraer y retener grandes talentos que conviertan la universidad en un centro de formación de investigadores que puedan tener un trabajo competitivo, explicó Jordi Rovira, vicerrector de Investigación de la Universidad de Burgos. Para algunos, la casi fusión entre el sector privado y la universidad es la solución y para otros el adaptar la forma de gestión de la empresa privada a la institución sería la clave para llegar a un funcionamiento realmente eficiente. El contexto en el que vive actualmente el sistema universitario es vital: Debemos aprovechar Bolonia. José Santiago Vega ve importante que el profesorado conozca profundamente la empresa para que, además de que la universidad viaje al extranjero, ésta sea capaz de atraer proyectos empresariales. Si no, a lo mejor tenemos el sistema que nos merecemos. No es malo, pero sí manifiestamente mejorable, apostilló. Según el propio Vega, en la actualidad el 44% de los titulados de entre 25 y 28 años trabajan en algo que no tiene que ver con sus estudios, un tercio de los matriculados no acaba y otro tercio tarda dos años más en terminar. Si se suman esos gastos, si la Universidad no tiene que ver con la crisis, tendrá que estar en otro sitio, expresó.
Fuente: El Mundo