Es el estado físico y psíquico que produce alteraciones orgánicas y anímicas en el trabajador. Se produce por una serie de agentes que son los siguientes.
AGENTES ESTRESANTES
FÍSICOS:
- Ergonomía inapropiada del puesto de trabajo:
- Mobiliario inadecuado, iluminación inadecuada o insuficiente.
- Posición incorrecta del cuerpo.
- Ruido. Distrae y desvía su atención impidiendo su concentración.
- Temperatura. El frío y calor excesivos disminuyen el rendimiento.
RELATIVOS A LA TAREA:
En general:
- Trabajos que superen sus capacidades, tanto en cantidad como en tipo de información.
Cuando además los trabajos a desempeñar implican una elevada responsabilidad, en puestos de dirección, por ejemplo, el riesgo de estrés se multiplica. Aparecen además de los anteriores, múltiples factores desencadenantes de estrés laboral:
Aptitudinales:
- Cantidad de trabajo excesivo para la persona o su equipo.
- Insuficiencia de habilidades personales y/o relacionales:
- Formación insuficiente en relación con el trabajo a realizar: insuficiencia de conocimientos técnicos, de fuentes de información.
- Mala organización de la agenda de trabajo.
- Problemas para el trabajo en equipo.
- En la delegación de responsabilidades o en el ejercicio de las mismas.
- En la dirección de reuniones.
- En la organización de tareas.
- En la solución de conflictos, etc.
Actitudinales
- Falta de interés: aún estando interesado en su trabajo, percibe una apatía creciente en el desempeño de sus funciones
- Falta de liderazgo: o bien no desea asumirlo (falta de interés, falta de aptitudes...), o percibe como tal determinadas respuestas de las personas a su cargo.
- Poca capacidad para asumir errores.
La necesidad mantenida de elevados niveles de atención y decisión, la importancia de la repercusión que pueden tener sus errores, y el elevado ritmo de trabajo determinan a veces exceso de carga mental.
La fatiga mental aparece cuando es necesario mantener durante largo tiempo un alto nivel de atención para seleccionar las respuestas adecuadas a las demandas de trabajo. Esta fatiga se puede considerar normal cuando el descanso (sueño, pausas, etc.) permite una adecuada recuperación.
Pero puede ocurrir que la carga del trabajo sea continua, hasta tal punto que la persona no sea capaz de recuperar su ritmo habitual. Entonces, puede aparecer la denominada fatiga crónica que ocurre cuando se va repitiendo un nivel de actividad o de atención elevada, de tal manera que los descansos no son suficientes para la recuperación.
CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS
FÍSICAS:
Los síntomas del estrés que se sienten, no sólo durante o después del trabajo, sino que permanecen, son: sensación de cansancio, dolor de cabeza, somnolencia, insomnio, falta de apetito, calambres, tics, hipertensión, sudoración excesiva, disnea, úlceras… pudiendo producir una bajada en su rendimiento.
PSÍQUICAS:
El estrés puede producir otros efectos como: inseguridad en la toma de decisiones, preocupación excesiva, mal humor, irritabilidad, disminución de la atención y concentración, disminución de la capacidad de retener información, falta de participación, ansiedad, absentismo, depresión, aislamiento, abuso de tabaco y alcohol… lo que supone en general un descenso de la actividad y aumento de los errores.
RECOMENDACIONES GENERALES
La prevención del estrés es muy importante. Las acciones que se deben llevar a cabo a tal fin, son:
- Diseñe las tareas de tal forma que asegure que la información se percibe claramente y se entiende e interpreta de manera clara y fácil.
- Organice su trabajo de forma que alterne sus tareas con otras que impliquen una menor carga mental, permitiendo así la recuperación del organismo.
- Establezca pausas cortas y frecuentes. Es recomendable realizar pausas de entre diez y quince minutos para cada hora y media o dos horas de trabajo.
- Compruebe que las condiciones físicas de su puesto son adecuadas.
Además, si su trabajo implica especial responsabilidad:
- La organización de su agenda reviste especial interés:
- Procure que las tareas más difíciles se correspondan con las horas de mayor rendimiento para usted (posiblemente primeras horas de la mañana).
- Las tareas más repetitivas o sencillas deberían dejarse para las horas de menor rendimiento (últimas horas de la mañana, después de comer...).
- Trate de eliminar en lo posible los tiempos muertos.
- Procure en lo posible delegar responsabilidades y establecer buenas relaciones personales con su equipo de trabajo.
- Si detecta deficiencias, de cualquier tipo, tanto en formación técnica, como en el desarrollo de habilidades personales, de relación, o incluso de actitud, procure en la medida de lo posible eliminarlas. Existen cursos y personas especializadas que pueden ayudarle a ampliar sus conocimientos o a mejorar sus técnicas de trabajo.
- Aproveche a fondo su tiempo libre, tratando de mantener su mente alejada de las preocupaciones laborales, de manera que suponga para Vd. un verdadero descanso mental.