Un grupo de profesores e investigadores de la Universidad de Burgos acaban de publicar el libro “Burgos en la posguerra, 1940-1950. Un pulso hacia el futuro”, editado en la colección Fragua Universidad.
Este estudio de 10 investigadores de la UBU sobre los acontecimientos en burgos durante la década posterior a la guerra civil ha sido coordinado por Lena S. Iglesias Rouco, catedrática de Historia del Arte, y Miguel Á. Moreno Gallo, profesor colaborador de Comunicación Audiovisual.
“Cada investigador hemos abordado las circunstancias de la época desde el punto de vista de nuestra materia: industria, economía, urbanismo, demografía…hasta lograr una visión esférica completa, de lo sucedido durante esos años y que provocó esa gran migración del medio rural al urbano” explica el coordinador Miguel Ángel Moreno.
Además de los coordinadores Lena Iglesias y Miguel Ángel Moreno han participado en el libro: el profesor de Geografía Humana Gonzalo, Andrés López que aborda la industria; el profesor de Economía Manuel Cámara Moral; la profesora de Historia del Arte María José Zaparaín, que trata el diseño en esa década; los profesores de Comunicación Audiovisual Mar Chicharro Merayo – que presenta el tema de la mujer en la época; José María Chomón Serna - que estudia la microeconomía de la época a través medios comunicación y Lorena Busto Salinas, que realizó una serie de entrevistas a quienes vivieron esa época; el doctorando de la Universidad de Burgos Javier Saiz Barrio, que analiza la infraestructuras tras la guerra y su evolución y el historiador Isaac Rilova Pérez.
A finales de 1939, el Gobierno de Franco abandonó Burgos y la ciudad se vio impulsada hacia un nuevo periodo de su historia, es entonces cuando la provincia burgalesa acelera el paso desde el mundo rural al urbano.
Miguel Moreno resalta que “Hay varias cosas singulares que nos han sorprendido, como la correlación que existe, pese a que Burgos no fue un frente militar muy activo, si hubo una cierta represión, bastante en determinadas comarcas, y las que más sufrieron esa represión fueron las más despobladas”
Otro hecho singular se desprende de las entrevistas realizadas a maestros, sacerdotes que habían estado en los pueblos en esos años y podían tener un conocimiento más global de por qué se había desplazado la población. “Sus respuestas era que iban a buscar una vida mejor, aunque la memoria dulcifica y recuerdan esa época como de añoranza, amable, convivencia pacífica…”
“El libro no tiene sentido político, ni reivindicativo, es simplemente un análisis histórico más científico, basado en datos y cifras”, asegura el profesor Moreno aunque no obvia el aspecto más personal de las entrevistas a las personas que vivieron ese momento y aportan su visión.
“Es un libro de análisis que reflexiona sobre la época y permitirá al lector sacar sus propias conclusiones” concluye.