Durante el ejercicio 2022 se ha utilizado como matriz de riesgos de fraude la Herramienta o matriz de riesgos del Servicio Nacional de Coordinación Antifraude de febrero de 2022. La herramienta calcula la existencia de un riesgo bruto a través de la asignación de un valor entre 1 y 4 al impacto que implicaría de producirse, y multiplicarlo por el valor de la probabilidad de que efectivamente se produzca (también entre 1 y 4).
La puntuación del impacto se hará asignando: 1 al impacto limitado; 2 al impacto medio; 3 al significativo y 4 al impacto grave. La probabilidad, asignando: 1 cuando se prevea que el riesgo se materializará en muy pocos casos; 2 si puede ocurrir alguna vez; 3 si es probable que ocurra y 4 si se considera que sucederá con frecuencia.
El riesgo se considerará aceptable cuando su puntuación sea menor de 3; significativo si supera el riesgo aceptable pero no supera la puntuación de 6 y grave si supera dicha puntuación.
El riesgo bruto se minora en función de los controles o medidas ya existentes, con lo que se obtiene un riesgo neto. El riesgo neto se minora con la implantación de nuevos controles, definiendo así el riesgo objetivo.
Se han identificado 9 riesgos o banderas rojas en el área de gestión de subvenciones, 11 en contratación administrativa y 7 en el área de convenios. En próximas revisiones se pretende incluir todas las áreas de la Gerencia.